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TESTIMONIO | María Ignacia Lewin, coordinadora general y cofundadora de Conectado Aprendo: “Somos conscientes que la educación es la única respuesta digna y a la altura del ser humano”

Conectado Aprendo nació en el mes de abril de la mano de un grupo de apasionados por la educación para que escolares vulnerables pudieran, a través de una plataforma en línea, recibir reforzamiento académico por parte de universitarios o profesionales que quisieran enseñar y donar parte de su tiempo. Hoy cuenta con más de 1.400 personas vinculadas al proyecto, de norte a sur de Chile. María Ignacia Lewin, que fue galardonada como una de las 100 Mujeres Líderes del 2020 por el diario El Mercurio, nos comenta la génesis de esta iniciativa solidaria, sus principales desafíos y sus proyecciones para el próximo años.

¿Cuándo decidiste comenzar con esta iniciativa online de Conectado Aprendo? ¿Por qué? Y, ¿cuál es el objetivo principal de ella?

“Jacinta de Andraca y Agustina Cox, ex alumnas de la red de colegios RC, me contactaron porque tenían la idea de hacer clases en línea a niños vulnerables que no estuvieran recibiendo clases. En abril, comenzamos a tener reuniones todos los días, en las noches, para generar el modelo de trabajo, inscribir futuros tutores y generar la red base de inicio. ¡Hasta ensayamos con mi hija menor cómo debía ser una tutoría en línea! Luego, contactamos a los colegios Mano Amiga y, en una semana, ya teníamos más de 30 alumnos. Al mes, teníamos más de 100 y hoy, tras seis meses de voluntariado, tenemos más de 700 niños, de norte a sur de Chile con sus respectivos tutores. Es decir, más de 1.400 personas vinculadas al proyecto de Conectado Aprendo. ¡Ha sido un grandísimo trabajo en equipo y con resultados muy inesperados!

¿Cómo funciona la plataforma? ¿Cuántos niños se encuentran recibiendo tutorías actualmente? ¿Y en qué materias?

“Al día de hoy, hay casi 700 niños, de norte a sur de Chile recibiendo reforzamiento académico. Son alumnos/as de colegios subvencionados o municipales, de 1° básico a IV° medio, que necesitan apoyo en alguna materia. También, estamos trabajando con niños y niñas de siete centros colaboradores del SENAME. El proceso funciona de la siguiente manera: el niño/a que necesita el refuerzo académico se inscribe en el formulario “para alumnos” que encuentran en nuestra página web (www.conectadoaprendo.cl). En paralelo, los universitarios o profesionales que quieren enseñar se inscriben en la misma página, pero en el formulario “para tutores”. Cruzamos ambas informaciones y vamos haciendo “matches” entre niños y tutores. Buscamos el tutor que necesita cada niño ya que, para nosotros, es central el trabajo \”uno a uno\” para así, responder a las necesidades académicas particulares de cada niño. Las tutorías se realizan en el horario y en la plataforma en línea que más acomoden al niño y al tutor”.

¿Qué te motiva a ti y a tu equipo de colaboradores y tutores a prestar este servicio a alumnos con dificultades educativas y jóvenes vulnerables?

“Todo el equipo de Conectado Aprendo es conformado por voluntarios apasionados por la educación; somos conscientes que la educación es la única respuesta digna y a la altura del ser humano; como dicen buscamos “enseñar a pescar y no regalar el pescado”. Además, el vínculo que se genera es increíble. El escuchar los testimonios de los niños y apoderados nos mueven más que mil palabras (los pueden encontrar en nuestro Instagram).  ¡Imposible no enamorarse de educar y de compartir aquello que hemos recibido gratis!

¿Cuáles han sido los principales desafíos que han enfrentado durante estos meses?

“Los principales desafíos, en lo personal, ha sido compatibilizar la pega, familia y Conectado Aprendo; ¡lograr multiplicar las horas del día y hacer que se conviertan en 48 horas, en vez de 24! ¡Aunque Dios se ha encargado hasta de eso! Pero el desafío más grande, es lograr responder a niños que tienen bajo nivel de conexión o que tienen sus clases por el celular. Si bien hemos logrado donaciones de computadores usados y empresas nos han regalado tarjetas de conexión a internet, nunca es suficiente y van quedando algunos en el camino. ¡Eso duele! Son 700 niños, por tanto, 700 historias y desafíos.

¿Qué mensaje le darías a personas que como tú quieren ayudar de alguna manera a sus compatriotas al ver tantas necesidades que han surgido a partir de esta crisis sanitaria?

“¡Los invitaría a sumarse! A veces nos demoramos mucho pensando los contra y confiamos poco en que las cosas las arreglan “de arriba”. Y lo más importante, siempre podemos hacer algo por los que están cerca, o no tan cerca. Alguna vez escuché que el corazón mueve la inteligencia… y es así. Si alguno quiere ayudar y no sabe cómo, feliz que me escriba y buscamos algo ¡Siempre se pueden inventar nuevas cosas a la medida de cada realidad!”

¿Cómo se pueden sumar a esta iniciativa las personas que estén interesadas en aportar con su tiempo?

“¡Bienvenidos todos! A través de la página web, www.conectadoaprendo.cl se pueden inscribir en “formulario para tutores” los que quieran hacer clases. Esperamos cerrar el 2020 con 800 alumnos y 800 tutores; para retomar el 2021 con más fuerza. Es urgente porque, a las lagunas educativas históricas, ahora se suman los vacíos generados por la pandemia. Hay mucho trabajo por delante y necesitamos esas horas de regalo. Son 60 minutos a la semana, sin moverse del escritorio, y le pueden cambiar la vida a un niño o una niña. No podemos hacer nada sin la ayuda de otros… aunque sabemos también que “Dios no se deja ganar en generosidad”.

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