Universitarios y alumnos de enseñanza media de nuestra Red de Colegios realizaron labores de ayuda social y misionaron durante sus vacaciones de invierno.
AEdifica de los colegios Cumbres y Everest
Alumnos de ambos colegios se unieron para trabajar juntos en este apostolado bajo la coordinación del Padre Gastón Vicuña LC. Ochenta jóvenes se trasladaron hasta Pirque, la primera semana de julio, para construir dos mediaguas en coordinación con la Municipalidad, las que fueron entregadas a familias sin hogar.
Hicieron puerta a puerta como misioneros en los alrededores de los sectores donde levantaron las casas y talleres para los niños. “Gracias a este apostolado he aprendido de mí misma, por ejemplo, a que si me propongo algo lo puedo lograr. He desarrollado mi capacidad de liderazgo y me ha ayudado a mejorar mi relación con Dios”, afirma Margarita Dulcic, alumna del Cumbres y quien fue parte del equipo de jefes.
Cruzadas Ovalle 2022
Desde el 15 al 23 de julio 200 jóvenes se trasladaron hasta la IV región, donde construyeron 6 capillas en localidades ubicadas en Quilitapia, Limarí y Ovalle.
Para María Torres, presidente de la Junta de Vecinos de Las Vegas de Limarí, “fue genial lo que hicieron. Primera vez que tenemos misioneros en nuestra comunidad y además nos construyeron una capilla”, afirma. En el caso de los habitantes de esta localidad, debían trasladarse hasta Limarí para acudir a la capilla más cercana, que está a 30 minutos. El problema era el peligro que corrían, comenta, pues debían caminar por una ruta que sólo tiene vereda a un costado. María anhela poder celebrar las primeras comuniones y bautizos de los niños en la capilla, así como poder darle sepultura a sus seres queridos junto a sus vecinos y no tener que trasladarse. “Es muy bienvenida esta capilla”, concluye.
La mirada de los voluntarios…
Pilar Fernández, segundo año de universidad.
“Es la primera vez que participo en Cruzadas. Me encantó por el ambiente que se genera al interior de la comunidad y que cada uno cumple un rol, con mucho que hacer”.
Andrés Turner, segundo año de universidad, son sus segundas Cruzadas.
“Es volver a nacer, reencontrarte con Dios y más que todo entender que la vida puede tener muchas vueltas y que hay oportunidades para volver a empezar de nuevo”.
Eugenio del Río, papá de uno de los jóvenes a quien llegó a visitar por un rato.
“Me parece bien que en vez de estar en vacaciones estén trabajando acá, le saco el sombrero. Orgulloso que sacrificara dos semanas de sus vacaciones y verlo feliz. Los hijos también les enseñan a los papás y uno aprende de ellos.”
Kevin Antican, joven de 15 años de la localidad de Las Vegas de Limarí.
“Me impresiona y agrada. Estoy feliz porque antes tenía que ir a la capilla de otro pueblo caminando” comenta. Además, se incorporó a las labores de construcción junto al equipo de voluntarios.
Almudena Fernández, consagrada del RC.
Llegó a Chile a comienzo de junio para trabajar en Reino de Las Condes y en el área de formación del Colegio Cumbres. “Fue un abrir los ojos a la cultura chilena. Pude ver en terreno a los jóvenes. Me impresionó la participación social y el nivel de sacrificio de los voluntarios, pues hubo días de muchísimo frío”, comenta. Respecto a su labor en Cruzadas explica que consiste principalmente en acompañar, dar testimonio de su vocación, conversar y tener reflexiones profundas que van surgiendo.
Santiago Fernández, primer año de universidad.
“Es increíble la experiencia de poder construir una capilla y estar con la comunidad local. Se da una instancia de reflexión para pensar lo que no has hecho en estos años”.
Anita Palma, tercer año de universidad, segunda vez que participa en Cruzadas.
“Es una forma muy buena de poder dar un pedacito de nuestras vacaciones. Cruzadas es la mezcla perfecta entre dar y pasarlo bien”.
Guy Reymond, universitario que participa por primera vez en este apostolado.
“Fue muy gratificantes. Las reflexiones fueron extraordinarias, lo que da mucho para crecer como persona”.
Cerca de 70 alumnos de segundo a cuarto medio se trasladaron hasta la comuna de Maipo durante los primeros días de julio. Bajo el lema “Joven a ti te digo, levántate” misionaron, realizaron talleres a los niños y repararon una capilla.
Cata González, alumna que integró el equipo a cargo de la organización, explica que el objetivo principal del apostolado es generar un vínculo entre los voluntarios y Dios a través de las diferentes actividades. “Para mí el Regnum Christi es una gran comunidad de encuentro con Cristo y con el prójimo. Destaco mucho su labor, a través de sacerdotes, consagradas y profesores, en ayudar a que proyectos como AEdifica puedan desarrollarse y ser un aporte a la sociedad”, destaca.
AEdifica Colegio La Cruz
Un grupo de poco más de 50 jóvenes se instaló en la comuna de Molina, VII región. Durante una semana los alumnos construyeron una mediagua doble para Cinthia, madre de tres niños sin un hogar. Además, realizaron talleres a los pequeños del sector donde se alojaban e hicieron puerta a puerta.
Gracia Vergara, cuarto medio.
“Me encantó. Uno va con la disposición de ayudar a los demás y recibe mucho más de lo que uno entrega”.
Agustín Serrano, segundo medio.
“Fue una experiencia muy llenadora ayudar a todas esas personas, ver cómo nos acogían y su felicidad al recibir nuestra ayuda. Me alegra mucho haber sido parte del proyecto”.
Padre Emmanuel Ortiz LC.
“El horario de AEdifica es poco un resumen de toda la vida del RC en una semana: tienen tres Encuentros con Cristo darios, reflexionan sobre el Evangelio del día y un caso de vida. Además, tienen misa diaria, hacen adoración al Santísimo, misionan y realizan apostolados”, explica.
¿Cómo vive su vocación en este tipo actividad?
Son las veces que uno dice para esto me hice cura: soy feliz entre ellos, con frío, sucios por la construcción en medio de la lluvia, y escuchando música todo el día. Verlos felices y que quieran estar con Jesucristo, es una alegría. Una noche fui a hacer mi oración tarde, como a la 1 de la mañana y me encontré con 5 jóvenes adentro de la capilla rezando. Me dije estamos sembrando, y haciendo las cosas bien.
Cincuenta voluntarios de octavo a cuarto medio viajaron a Provincia, cerca de Molina en la VII región. Bajo el lema “Un fuego que enciende otro fuego” realizaron misiones casa a casa, repararon una sede parroquial y dieron talleres a los niños del sector.
Javiera Díaz, de cuarto medio, tomó el desafío de organizar las misiones y trabajos de invierno motivada por su experiencia de participar en este tipo de apostolados desde chica. “Mis papás son los principales factores que me han llevado a conocer lo que es la ayuda social. Gracias a ellos pude sentir lo que es misionar, y quería hacerlo posible para mis compañeros”, comenta. Javiera explica que en base al lema elegido realizaron actividades de formación para que los voluntarios “conocieran su propia llama y crecieran en amistad con Dios”.
Anhela que esta actividad sea parte de las tradiciones del colegio y sean los mismos alumnos quienes lo organicen, con ayuda de los formadores. “Lo que más me llegó de estas misiones, es ver lo que uno puede hacer con una simple iniciativa”, concluye.