En agosto se realizó esta segunda instancia de formación espiritual para las señoras de localidad de Las Condes. “Poder irnos a Calera de Tango, por varios días, es un regalazo, no solamente para uno, sino para toda la familia, porque uno regresa recargado de amor”, afirma Macarena González, miembro del Regnum Christi hace 12 años y que participó en esta instancia.
Hasta Calera de Tango se trasladaron 18 señoras de la localidad de Las Condes para vivir su triduo de renovación, que fue dado por el Padre Leopoldo Cuchillo LC y que se centró en “El poder sanador de la gracia en los sacramentos”.
Los miembros del Regnum Christi anualmente renuevan su adhesión a través de un retiro, como el que se realizó en Calera de Tango. “Poder irnos por varios días es un regalazo, no solamente para uno, sino para toda la familia, porque uno realmente llega recargado de amor”, reflexiona. En esta instancia las personas renuevan su amistad con Cristo a través de la oración, los sacramentos y siendo sus apóstoles. “Hay unas palabras en la renovación que se leen y que personalmente me encantan e invitan a seguir creciendo en este camino: “ me toca a mí, de mí también depende, que tus palabras Señor no se pierdan. Me toca a mí que tu mensaje de salvación llegue a los hombres.”
Isabel Palacios, quien participa hace 42 años en el Regnum Christi
Isabel está casada hace 57 años con Ricardo Swett, con quien tiene un hijo ya casado, padre de siete niños. Llegó al Regnum Christi cuando recién se estaba formando en nuestro país, en los años 80, de la mano de algunos sacerdotes legionarios que llegaron a quedarse. Su hijo comenzó a participar junto a un primo y amigos del colegio en actividades de formación para adolescentes. “Empecé junto con ellos a ayudar en todo lo que me pedían”, señala Isabel.
Luego comenzó a participar en la recién formada sección de señoras, que se reunía en una casa ubicada en la calle Suecia. “Por esa época me incorporé al Regnum Christi y por la gracia de Dios jamás lo abandoné, pues realmente era mi vocación”, afirma.
Para Isabel el triduo de renovación “es maravillo”. Desde que se realiza en Calera de Tango, jamás ha dejado de asistir. “Miro hacia atrás y solamente tengo que dar gracias por estos 42 años unida al Regnum Christi”, concluye.
Macarena González, miembro desde 2010
Casada hace 24 años con Bolívar Valenzuela y madre de tres hijos entre los 20 y 13 años, Macarena llegó al Regnum Christi a través de una vecina que la invitó a un Encuentro con Cristo, que era abierto. “Al escuchar y reflexionar la palabra de Dios a través del Evangelio, con la simpleza con que cada una exponía lo que le había llegado de la lectura, entendí que no se necesitaba saber de teología para conocer y seguir a Cristo. Entonces sentí la invitación de Cristo, y dije: ¡Aquí me quiero quedar!”, recuerda.
Decidió incorporarse dos años después, en un triduo que se realizó en Auco. “Lo recuerdo con mucho cariño”, afirma al rememorar las palabras leídas, el crucifijo y la biblia recibida. “Ese día adquirí un compromiso con Cristo que perdura hasta hoy: extender el reino de Dios desde donde a mí me toca, que es mi familia, amigos, mi trabajo, en mi día a día”.
Los miembros del Regnum Christi anualmente renuevan su adhesión a través de un retiro, como el que se realizó en Calera de Tango. “Poder irnos por varios días es un regalazo, no solamente para uno, sino para toda la familia, porque uno realmente llega recargado de amor”, reflexiona. En esta instancia las personas renuevan su amistad con Cristo a través de la oración, los sacramentos y siendo sus apóstoles. “Hay unas palabras en la renovación que se leen y que personalmente me encantan e invitan a seguir creciendo en este camino: “ me toca a mí, de mí también depende, que tus palabras Señor no se pierdan. Me toca a mí que tu mensaje de salvación llegue a los hombres.”
Isabel Palacios, quien participa hace 42 años en el Regnum Christi
Isabel está casada hace 57 años con Ricardo Swett, con quien tiene un hijo ya casado, padre de siete niños. Llegó al Regnum Christi cuando recién se estaba formando en nuestro país, en los años 80, de la mano de algunos sacerdotes legionarios que llegaron a quedarse. Su hijo comenzó a participar junto a un primo y amigos del colegio en actividades de formación para adolescentes. “Empecé junto con ellos a ayudar en todo lo que me pedían”, señala Isabel.
Luego comenzó a participar en la recién formada sección de señoras, que se reunía en una casa ubicada en la calle Suecia. “Por esa época me incorporé al Regnum Christi y por la gracia de Dios jamás lo abandoné, pues realmente era mi vocación”, afirma.
Para Isabel el triduo de renovación “es maravillo”. Desde que se realiza en Calera de Tango, jamás ha dejado de asistir. “Miro hacia atrás y solamente tengo que dar gracias por estos 42 años unida al Regnum Christi”, concluye.