Regnum Christi Chile

Apostolado Cinco Dedos: “Tener la oportunidad de sacar una sonrisa, es algo que a uno lo pone muy contento”

José Ignacio Ovalle se incorporó a este proyecto en 2020. En él jóvenes universitarios y profesionales dan acompañamiento a niños que han tenido cáncer. “Es una experiencia muy bonita que tiene como fin sacar una sonrisa”, afirma.

 

José Ignacio Ovalle conoció el apostolado “Cinco Dedos” en 2019 a través de un amigo. Actualmente conforma el equipo de coordinación junto a Catalina Ossa, con quien debe alinear a todo el equipo bajo un objetivo común: que la enfermedad no sea un impedimento para pasarlo bien y disfrutar de una etapa tan importante como lo es la niñez. “Es un proyecto único, que trabaja con algo muy sensible que es la enfermedad de un niño, pero muy bonito a la vez, de mucho tacto, involucramiento y compromiso con toda una familia”, explica.

Este apostolado, que surge del Regnum Christi de La Dehesa, acompaña a niños acogidos por la Fundación Nuestros Hijos. Las psicólogas de esa institución (FNH) los ponen en contacto con las familias de los niños que quieren participar de Cinco Dedos. “Se potencian valores como el servicio y el compromiso a niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de enfermedad o con secuelas de ésta”, añade José Ignacio.

En Cinco Dedos acompañan durante un año mediante parejas de voluntarios que se reúnen con sus respectivos niños al menos dos veces por mes. “El objetivo es que se distraigan y lo pasen bien”, explica José Ignacio.

Si bien, no es necesario tener estudios especializados en el área salud, sí se solicita que tengan suficiente motivación, creatividad y ganas de pasarlo bien. “Realizamos instancias en que entregamos herramientas, a los voluntarios, para que puedan acompañar a una persona que está sufriendo una enfermedad y a su familia”. En ella se les explica, a grandes rasgos, lo qué es el cáncer, sus tratamientos y las diferentes etapas evolutivas de los niños y adolescentes. Además, cuentan con un equipo de psicólogas que los apoyan todo el tiempo para que puedan llevar el acompañamiento de la mejor forma. “Los voluntarios sienten que hay todo un equipo detrás de ellos apoyándolos”, afirma. En Cinco Dedos anhelan seguir creciendo. Para eso ya se plantean constituirse como fundación, más adelante. “Tener la oportunidad de sacar una sonrisa, es algo que a uno lo pone muy contento”, concluye.

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