En febrero se reunieron los directores territoriales del ECYD en Roma. Se trata de una instancia de trabajo en equipo para alinear y desarrollar los recursos formativos que requieren para responder a las necesidades concretas de los adolescentes. “Quienes participan en el ECYD van descubriendo y viviendo el carisma del RC desde chicos”, afirma Sofía.
¿Qué objetivos tienen para este año?
El equipo internacional se reunió para definir el trabajo de los próximos tres años en el ECYD. Se crearon tres comisiones: una sobre colaboración en la formación de las etapas iniciales; otra ahondará en los caminos de especialización para los formadores adultos del ECYD y la tercera analizará el diálogo y trabajo conjunto con las áreas de asignación de misión.
¿Cómo se vivirán esos objetivos en el territorio?
Con los objetivos que se ven desde el área internacional se bajan al programa territorial y locales. Generalmente tenemos reuniones de trabajo con los directores del ECYD en cada localidad para ir viendo sus aplicaciones.
Una acción en la cual queremos invertir es en el Encuentro Nacional de Responsables. Hemos constatado cómo esta instancia ayuda a los jóvenes responsables a compartir experiencias sobre su misión, y a fomentar relaciones de amistad entorno a Jesús.
¿Qué te parece ese tipo de instancias de trabajo en equipo?
Estas instancias son un regalo. Ayuda mucho poder encontrarnos, rezar juntos y compartir misión con otros. Enriquece tener espacios para abordar mejores prácticas, reflexionar sobre lo que significa el ECYD en el RC y lo que está llamado a ser en la vida de los adolescentes.
¿Es muy diferente la realidad del ECYD en nuestro territorio?
Algo que siempre hacemos en estos días de reuniones es dedicar un espacio para que cada encargado comparta la realidad del ECYD en su territorio. Es muy enriquecedor el poder escuchar a cada uno, y ver cómo, aunque tenemos muchas cosas en común, el ECYD va tomando forma en cada país. Se van viendo las diferencias, pero al mismo tiempo se puede ver claramente cómo el espíritu y lo que compartimos es común.
Con los años que llevas a cargo de esta franja en el territorio ¿Cuál es su aporte para el Regnum Christi?
Algo que creo que se ha podido ir logrando es generar una visión de trabajo colaborativo y donde todos los que aportamos a la misión del ECYD nos vamos visualizando más y más como un equipo y una comunidad de apóstoles que compartimos misión. Este sentido ayuda a llevar adelante la misión del ECYD, pues vamos trabajando en equipo y se generan sinergias entre las diferentes secciones y localidades. Todo esto aporta para poder seguir acompañando a más adolescentes a que se encuentren con Jesús Amigo y con otros amigos que, como ellos, quieren ayudar a otros.
El ECYD es el carisma del Regnum Christi vivido por los adolescentes, por lo mismo en mi experiencia voy viendo cómo quienes participan en el ECYD van descubriendo y viviendo el carisma desde chicos.
¿Qué le aporta el ECYD a un adolescente?
El ECYD es un camino de encuentro con Cristo, una alianza de amistad con Dios y entre los mismos adolescentes. El ECYD aporta el poder tener grupos de amigos en torno a Jesús y que van descubriendo que cada uno tiene una misión y puede ser su apóstol.