Conoció al Regnum Christi en su etapa escolar como alumna del Colegio La Cruz. Luego de pasar por NET, ECYD y Jóvenes, se incorporó en la fiesta de Cristo Rey de 2013. “Me atrajo que me presentaran a Cristo como a un amigo”, afirma.
Paula Larraín participa activamente de la sección de jóvenes desde antes que saliera del colegio La Cruz, en Rancagua. Desde marzo pasó a formar parte de la plenaria territorial, órgano que asiste al Colegio Directivo Territorial para dar su parecer cuando lo solicita sobre documentos, directrices de evangelización y planes para el cumplimiento de la misión común en el territorio.
¿Qué te atrajo del Regnum Christi?
Su Cristocentrismo y el presentarme a Cristo como amigo. También me gusta mucho la invitación que nos hace de ser apóstoles en salida, poniendo nuestros dones y servicios para hacer presente el Reino de Cristo en la tierra.
¿Cómo han sido estos años como miembro del RC?
Han sido años de mucho conocimiento y encuentros con personas increíbles, de sentirme parte de una gran familia donde siempre puedo encontrar apoyo y consejo. He encontrado en el RC un grupo humano de amigos, sacerdotes, consagradas que me han ayudado a crecer mucho como persona y católica.
¿Cómo te tomas el nombramiento tuyo como parte de la plenaria?
Me siento afortunada de poder participar representando a los jóvenes. Cuando se me preguntó, no dudé ni un segundo en tomar esta oportunidad y poder servir a Dios como a Él le gustaría. Espero poder cumplir con el propósito y encarnar el parecer de los jóvenes quienes conformamos gran parte del Regnum Christi acá en Chile.
Como seglar, ¿Qué te parece esta oportunidad de participar en la planificación apostólica de los próximos 6 años, a través de la fase territorial del camino a la convención general?
Creo que es una oportunidad muy linda de servir y devolverle la mano al movimiento que me ha acompañado prácticamente toda mi vida. Es una gran responsabilidad todo lo que conlleva estos próximos años.
¿Qué ha significado el Regnum Christi en tu vida?
Para mí el RC es una segunda familia, un lugar donde me siento cómoda y querida. Es un motor que me empuja y guía para ser una mejor persona.