En la sección de señoras en Las Condes, Silvia Levin, más conocida como la “Chila”, está impartiendo talleres de oración para la vida cotidiana.
¿Cómo surgió la idea de dar este taller?
La idea surge de una necesidad de formación. En una vida cotidiana tan convulsionada y llena de actividades, hay que tener una relación más fluida con Dios.
¿En qué consiste un taller de oración?
Consiste en compartir métodos de oración de forma práctica y concreta, con ejercicios donde todos somos capaces de tener y sentir esa conversación con Dios tan necesaria. Lo dividimos en 4 sesiones: Rezar con el evangelio, A la luz del Espíritu Santo, De la mano de Maria y Vivir la misa, la oración perfecta. Cada una con sus ejercicios, para que los participantes puedan hacer su oración.
¿Cuántas personas participaron?
Participaron entre 18 y 20 personas de distintas edades y distintos grados de formación. Para cada una fue un crecimiento espiritual.
¿Qué aprende una persona en este taller?
Se aprende a dialogar con Dios de un modo sencillo, a encontrar en el evangelio mensajes muy actuales y aplicables a la vida cotidiana, a estar con Dios en medio de los quehaceres y a dar un sentido de oración a cada acontecimiento.
¿Cómo lo preparas?, ¿cuánto tiempo te demoras en preparar cada sesión?
El que prepara el taller es el Espíritu Santo. Cuando lo preparo le pido mucho que me inspire para decir lo que creo nos hace bien aprender a cada una. La idea del taller es vivir haciendo oración y orar viviendo. Cada sesión tiene una preparación diferente. En la sesión 1, analizamos pasajes del evangelio y los convertimos en diálogos con Jesus, aplicándolos a la vida e historia personal. En la sesión 2, recorrimos las lecturas que hacen referencia al Espíritu Santo para que lo conozcan y descubran lo importante y presente que está en nuestra vida. En la sesión 3, repasamos los evangelios de la vida de Maria, para hacer propia su enseñanza y modelo, conocer a Maria en profundidad es muy relevante para la vida de cada mujer. Y la última sesión, la preparé de la mano del Nuevo Catecismo y su objetivo fue enseñar a vivir la misa de manera participativa y con profunda devoción. Vivir la Eucaristía con pasión y gratitud.
¿Puedes decirnos en pocas líneas qué se necesita para hacer una buena oración?
Para hacer una buena oración se necesita fe, esperanza y caridad. Fe, para creer que estamos realmente hablando con Dios y que Él nos escucha. Esperanza, para esperar en El, saber que se hace cargo de nuestras necesidades y debilidades. Y amor, para amar profundamente a Dios y dirigirse a Él con plena confianza de que estoy con el amado. Orar como dice Santa Teresa, es hablar a solas con quien sabemos que nos ama. Disponerse a orar es hacer un espacio en el día a día para llenar el pozo y poder vivir cada acontecimiento como un acto de ofrenda a Dios.