La comunidad de San Carlos de Apoquindo recibió a personas cercanas, con motivo de fin de año y la festividad de la Nuestra Señora de Guadalupe. En la oportunidad, Elena Orozco, consagrada mexicana, explicó a los presentes la simbología de la aparición y de la imagen impresa en el ayate (manto) de San Juan Diego, ya que está llena de códices indígenas que fueron claves para la evangelización de los aztecas en ese momento de la historia.
Posteriormente los invitados escucharon la canción del Nican Mopohua, que es el texto de la conversación en Náhuatl que tuvo la Virgen con San Juan Diego, y que la consagrada Ángeles Conde adaptó con música y un juego de voces. “Fue un momento sencillo de oración, contemplación en familia y de intercesión de la Virgen de Guadalupe”, comenta Carolina Buitrago, consagrada miembro de esa comunidad.
Finalmente, los asistentes compartieron una rica comida con los mejores sabores mexicanos: tortillas, carne mechada, distintos tipos de chile, entre otras cosas. “Fue un momento de conversar, compartir, brindar y agradecer a las personas que están cerca de nosotras y nos han acompañado de diferentes maneras”, concluye Carolina.