70 jóvenes del Colegio San Isidro realizaron labores de reparación, misionaron e hicieron mejoras a un jardín infantil de la comuna de Malloco bajo el lema “Te he llamado por tu nombre”. En la oportunidad participó el profesor de educación física y entrenador de atletismo Benjamín Arteaga, quien quiso repetir lo vivido en las vacaciones de invierno.
Los estudiantes se organizaron en 8 cuadrillas las que fueron alternando las diferentes tareas que tenían programadas, entre ellas recuperar, por petición del párroco, la Capilla del Santo Rosario que había sido abandonada producto de la pandemia y que estaba en muy mal estado. “Estamos tratando de darle un pequeño segundo aire. La gente se reunía mucho en esta capilla a rezar el rosario, por lo que ha hecho mucha falta”, explica el profesor Arteaga con sierra y martillo en mano.
También los jóvenes colorearon el patio de la Sala de Cuna y Jardín Infantil Niño Dios de Malloco, que depende de la Parroquia y que atiende a 188 niños que van desde los 3 meses hasta los 4 años. “Me parece que ha sido un trabajo maravilloso esta ayuda de renovación del espacio. Los niños y las funcionarias están felices con estos colores que están apareciendo en el patio”, destaca su directora Marcela Iturrieta. Maceteros nuevos, dibujos en las panderetas, dibujos con juegos en el piso y un cajón de arena fueron parte de la mejora. “Ha sido una muy buena la experiencia, entretenida. Quise venir para ayudar a la comunidad y también para conocer a más personas de mi colegio”, reflexiona María Victoria Brzovic, alumna de primero medio. Ignacio Arteaga, quien es parte del equipo organizador, explica que otro punto positivo de este apostolado es que genera comunidad. “Se da una conexión entre las diferentes generaciones a través de las personas que participan en AEdifica”.
Más testimonios
Benjamín Arteaga, profesor de educación física de secundaria y entrenador de atletismo: “Ha sido una experiencia muy linda y profunda”
Es una especie de retiro con acción social. No son trabajos claramente, pero tampoco es sólo una misión. Uno conoce a los alumnos en una parada diferente, conectados con Dios. Es una experiencia transformadora y conmovedora. Ha sido muy linda y profunda”.
Bernardo Horn, primero medio: “Con pocos gestos y pequeños actos uno puede ayudar mucho en estos días”
Es un proyecto muy llenador. Uno se da cuenta que hay personas con muchas más dificultades que uno, y uno con pocos gestos y pequeños actos puede ayudar mucho en estos días y hacer grandes cambios para sus vidas.
Ismael Barella, primero medio: “Sirve mucho para ayudar a los demás y para crecer uno en su amistad con Dios”
Es un proyecto demasiado lindo que recomiendo mucho. Al trabajar con el profesor, en esta instancia, sirve para conocerlo más en su día a día y a no verlo de manera tan impersonal, pues uno aprende a verlo como parte del equipo, como uno más. Sirve mucho para ayudar a los demás y para crecer uno en su amistad con Dios.
Alfonso Ovalle, segundo medio: “Es un tremendo proyecto porque tiene mucho que dar”
Es una gran experiencia. Este año me tocó ser encargado, y me ha encantado poder ayudar desde otra manera, ya no como voluntario. Es un tremendo proyecto porque tiene mucho que dar. Me atrajo volver a participar mi aumento en la fe, pues me ayudó muchísimo en eso, y también a entablar relaciones buenísimas que se dan con las personas de los cursos de más arriba y de más abajo.
