Este invierno, más de 400 jóvenes de distintos colegios de la Red Regnum Christi se unieron para vivir una experiencia misionera única en diferentes localidades de Chile. Entre el 17 y el 20 de julio, los voluntarios, provenientes de Colegios San Isidro, La Cruz, Everest, Cumbres y Highlands, partieron con el objetivo de llevar el mensaje del Evangelio a comunidades necesitadas, además de contribuir con acciones concretas que mejoraran la vida de los habitantes en las zonas más vulnerables.
AEdifica: Un Compromiso con la Transformación Integral
Los apostolados de invierno son parte de la labor constante que realiza AEdifica, un programa de Regnum Christi enfocado en la evangelización a través de la acción social. A través de AEdifica, los jóvenes no solo se dedican a ayudar a los más necesitados, sino que buscan transformar integralmente las vidas de las personas a quienes sirven. Esto implica un enfoque que va más allá del apoyo material: AEdifica se centra en la formación, el desarrollo personal y la creación de un impacto duradero en las comunidades. En cada uno de los apostolados, los misioneros son llamados a vivir su fe de manera concreta, contribuyendo con su tiempo, trabajo y talento para ayudar a aquellos que más lo necesitan. Cada colegio involucrado en estos apostolados aporta su dedicación y esfuerzo para cumplir con la misión de construir un mundo más justo y fraterno, guiados por el amor cristiano.
El Colegio Highlands envió a 30 jóvenes misioneros, acompañados por 2 profesores y un sacerdote, a la comunidad de María Santísima, en la Parroquia Santa Cruz de Mayo, en el sur de Chile. Bajo la dirección del P. Raúl Bascuñán, párroco del lugar, el grupo se dedicó a la evangelización, actividades recreativas con los niños y jóvenes de la comunidad, además de diversas labores de servicio, fortaleciendo los lazos entre los misioneros y los miembros de la parroquia.
El Colegio Everest participó con un grupo de 85 jóvenes que se desplazaron a Coltauco, donde llevaron a cabo un apostolado integral de evangelización y acción social. Los misioneros, apoyados por adultos y guías espirituales, trabajaron incansablemente para mejorar las condiciones de vida de las personas más necesitadas, organizando talleres educativos y actividades pastorales que permitieran fortalecer la fe de la comunidad.
En el sector de Las Mercedes, en Isla de Maipo, los estudiantes del Colegio San Isidro fueron parte de una misión que involucró a 80 jóvenes. Sin contar los adultos, los misioneros realizaron labores de evangelización y servicio, principalmente en el área de construcción y apoyo a las familias más vulnerables.
Un grupo de 58 misioneros, entre los cuales se encontraban los estudiantes del Colegio La Cruz, se desplazaron hasta Nancagua para llevar a cabo una misión que unió la evangelización y el trabajo comunitario. Junto al sacerdote y dos hermanos de la comunidad, los jóvenes participaron en actividades formativas, ayudaron a organizar jornadas para los más pequeños y contribuyeron a proyectos de construcción que facilitaran las condiciones de vida de las familias locales.
El Colegio Cumbres envió a 80 jóvenes a Pirque, donde participaron en un proyecto de construcción de una media agua para la familia Ramos, además de ayudar en el Jardín Infantil Gregoria Díaz Arias y colaborar con la Parroquia San Isidro. Los voluntarios trabajaron en el mejoramiento de infraestructuras, pero también realizaron actividades de acompañamiento pastoral, reforzando la cercanía de los misioneros con las comunidades que servían.
Kerygma: Jóvenes de distintos colegios en Quilimarí
Finalmente, el apostolado Kerygma, que reunió a 90 misioneros de varios colegios de la Red Regnum Christi, se llevó a cabo en Quilimari, donde los jóvenes realizaron actividades intensivas de evangelización, compartiendo la fe con los habitantes locales y llevando un mensaje de esperanza.
Una experiencia transformadora para todos
Cada uno de estos apostolados fue mucho más que una simple misión de servicio. Para los jóvenes, fue una oportunidad de crecimiento espiritual, personal y comunitario, aprendiendo a vivir la fe de manera activa y práctica. Para las comunidades, fue una experiencia de renovación, de sentir la cercanía de Cristo a través de los jóvenes que llegaron a servir.
Este esfuerzo conjunto, organizado por los colegios Regnum Christi, demuestra una vez más el compromiso del movimiento con la formación integral de sus miembros, que no solo buscan profundizar su vida espiritual, sino también transformar el entorno en el que viven, llevando la luz del Evangelio a cada rincón del país.
Los más de 400 jóvenes que participaron en estos apostolados regresaron a casa con un corazón lleno de gratitud y con la firme convicción de que el servicio a los demás es una de las maneras más poderosas de vivir la fe en acción. La misión continúa, y los frutos de este invierno seguirán dando vida en las comunidades que recibieron a estos jóvenes misioneros.