En su reunión del 14 de junio, el Área de Laicado del Arzobispado de Santiago, que contó con la participan de dos representantes del Regnum Christi, propuso un número de acciones pastorales y apostólicas para el segundo semestre como respuesta al llamado que hizo el Papa Francisco en su última carta “al pueblo de Dios que peregrina en Chile” de aumentar la participación y el compromiso de los laicos en la Iglesia Católica de Chile. Estas tareas incluyen mesas redondas, reuniones ampliadas del organismo en las que participen más representantes de cada movimiento, que tiendan revisiones internas profundas de las estructura y dar una mayor visibilidad y protagonismo a los movimientos, asociaciones y comunidades laicales.
Durante su reunión del 14 de junio, el Área de Laicado del Arzobispado de Santiago, que agrupa a 54 movimientos, asociaciones de fieles y nuevas comunidades católicas, acogió el llamado que hizo el Papa Francisco en su última carta al “pueblo de Dios que peregrina en Chile” que invita a los laicos del país a participar más activamente en la vida de la Iglesia, a ser protagonistas de la evangelización y madurar su fe a la luz del Evangelio de Cristo.
En esta reunión, que son las reuniones generales de cada mes, se leyó la carta, se comentó en grupos y surgió la inquietud de hacer algo más significativo, ir más allá de la reflexión, es por eso que se definió el trabajo que se realizará el segundo semestre, que se centrará en un número de acciones pastorales y apostólicas para el segundo semestre con el fin de aumentar la participación y el compromiso de los laicos en la Iglesia Católica de Chile. Estas tareas incluyen mesas redondas, reuniones ampliadas del organismo transmitidas vía streaming, escuchar a las voces alejadas del catolicismo y dar una mayor visibilidad y protagonismo a los movimientos, asociaciones y comunidades laicales y que sean referentes en el plano nacional en temas eclesiásticos como laicos comprometidos. Estas iniciativas apuntan a provocar cambios en estas instituciones, algunas de ellas paralizadas en su labor de evangelización, para que revisen sus funciones, estructuras y actividades para que haya un buen enfoque y un buen desarrollo sano en la participación de sus miembros.
Para Soledad Ávila, miembro del RC y del consejo del Área de Laicado, “la carta marca un camino para orientar el trabajo del arzobispado con de los movimientos, buscando romper esta paralización que puede estar afectando a algunos y apoyar a los que no tienen un área de formación, buscando ser un referente de vida laical madura. La idea es ayudar a que haya buenas estructuras, con una participación sana y que funcionen de acuerdo a los lineamientos de la Iglesia”. Mientras que Marta Coronado, secretaria ejecutiva de pastoral del área de laicado, “no se tiene que perder de vista que cada movimiento y asociación en particular tiene sus propios modos y estilos apostólicos frente a los desafíos eclesiales que el Papa Francisco plantea en su carta. Y, por supuesto, que todos estamos llamados a recomenzar este proceso de conversión desde lo personal a lo comunitario, y a revisar nuestros carismas a la luz de los nuevos tiempos”.