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IGLESIA CHILE | Monseñor Celestino Aós asumió como nuevo Administrador Apostólico de Santiago

En una celebración eucarística realizada el 24 de marzo en la Catedral Metropolitana, el obispo de Copiapó, Monseñor Celestino Aós, asumió como la nueva cabeza de la diócesis capitalina en reemplazo del renunciado cardenal Ricardo Ezzati. El P. Pablo de Juan, L.C., nos comentó los puntos más relevantes de la reunión que sostuvo el nuevo Administrador Apostólico con 150 sacerdotes en el Seminario Mayor de Santiago en La Florida.

Cabe destacar que un administrador apostólico es un obispo o un presbítero nombrado por el Papa para administrar una diócesis que se encuentra en situación de sede vacante, es decir, sin su obispo o arzobispo residencial. En este caso particular, se trata de nombramiento para una sede vacante “a voluntad de la Santa Sede” y hasta que el Papa provea un nuevo arzobispo para el gobierno pastoral de la arquidiócesis. El nuevo administrador nació el 6 de abril de 1945 en España, donde en 1955 ingresó como aspirante en la Orden de los Frailes Menores Capuchinos.

En 1983 fue destinado a la Provincia de Chile: nombrado vicario parroquial en la parroquia de Longaví (diócesis de Linares), confiada a los Padres Capuchinos. En 1985 fue elegido Superior de la comunidad capuchina de Los Ángeles (diócesis de Santa María de los Ángeles). El 25 de julio de 2014 el papa Francisco lo nombró Obispo de la diócesis de Copiapó. Fue consagrado obispo por Mons. Ivo Scapolo, Nuncio Apostólico, el 18 de octubre de 2014, fecha en la que tomó posesión de la diócesis de Copiapó.

En su homilía en la Catedral de Santiago anunció una reforma profunda y un compromiso más fuerte para erradicar las graves situaciones de abuso cometidos por sacerdotes en Chile. “De un modo especial atenderemos y serviremos a los que sufren el atropello a su dignidad de persona, resultado de los abusos y delitos absolutamente injustificables y absolutamente intolerables por parte de clérigos. No bastan retoques de maquillaje. Necesitamos reformas y cambios profundos”, aseguró Monseñor Aós.

De acuerdo al P. Pablo de Juan, L.C., que sostuvo una reunión con el nuevo Administrador Apostólico junto a 150 sacerdotes en el Seminario Mayor de Santiago en La Florida, esto cambios profundos incluyen una invitación a tomar conciencia y reconocer la realidad que los circunda; a revisar, corregir y mejorar las prácticas apostólicas, el modo de relación con los fieles y el servicio a las almas; y a cambiar no solo las estructuras sino que también los corazones, entre otras cosas.

Leer su homilía aquí.

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