Regnum Christi Chile

SEMANA SANTA | Nuevas iniciativas misioneras en regiones y Santiago

Esta Semana Santa debutaron tres nuevas iniciativas misioneras en el Regnum Christi: “Con Cristo a la Calle” para jóvenes universitarias de La Dehesa, las misiones de los alumnos de los colegios Mano Amiga Santa Teresa de Jesús de los Andes y San Juan Diego en Melipilla y las misiones de los alumnos del colegio Fernández León en Llo Lleo. Fueron días de oración, reflexión y ayuda a las comunidades como apóstoles al servicio de Cristo.

En su primer día las misioneras de “Con Cristo a la Calle” de La Dehesa compartieron el Evangelio, una hora eucarística, una adoración al Santísimo y una cena con personas en La Vega. En su segunda jornada llevaron a Cristo a los enfermos del Hospital El Salvador, celebraron la Misa de la Pasión del Señor en la Pontificia Universidad Católica y vivieron un Vía Crucis con meditaciones en cada estación en Piedra Roja. Finalmente el Viernes y Sábado Santo visitaron la Plaza de Armas, un correccional de menores del SENAME, un hogar de madres jóvenes en situación vulnerable y la hospedería de mujeres del Hogar de Cristo donde conversaron sobre la Virgen María, la felicidad y el amor.

Por su parte los alumnos que participan en la pastoral del Colegio Fernández León vivieron de sus primeras misiones de Semana Santa en Llo Lleo. El grupo de 19 personas misionó en las casas del barrio alrededor del centro educativo, participó en Adoración al Santísimo, el Vía Crucis y la Vigilia Pascual, visitó un hogar de ancianos donde compartieron con los abuelitos y realizaron una serie de dinámicas y manualidades de Semana Santa con jóvenes de un centro del SENAME.

Pía Jerez – Colegio Fernández León 

Fue una experiencia que fue inolvidable, conocer las realidades de varias personas, poder darles tranquilidad con un mensaje. También poder quedarse en el Colegio fue entretenido, poder jugar entre todos y poder hacer amigos de distintos cursos y fortalecer amistades. Y sería muy bueno poder seguir haciendo misiones o al menos repetir esta experiencia“.

Trinidad Esponoza – Colegio Fernández León 

Fue una muy buena experiencia, la pasamos muy bien los dos, y pudimos conocer mejor a nuestros compañeros y a las personas que viven a los alrededores del colegio“.

Agustín Esponoza – Colegio Fernández León 

Es increíble la paz interior que uno siente cuando conecta con las otras personas mediante la palabra del señor“.

Mientras que 34 alumnos de los colegios Mano Amiga Santa Teresa de Jesús de los Andes y San Juan Diego que quisieron llevar a Cristo a las localidades de San Juan y Rumay en Melipilla. Ellos vivieron días de mucha oración, reflexión y servicio con Cristo como centro de sus actividades.

Jimena Benavides – Santa Teresa de Jesús de los Andes

Para mi estas misiones fueron muy lindas ya que conocí personas maravillosas que me enseñaron muchas cosas. Algunas personas con las que misione ya las conocías pero no había tenido la instancia para hablar con ellas y conocerlas realmente, las demás personas con las que misione que no conocía también se ganaron mi corazón. Además pude acercarme más a Dios, saber más o menos que quiere de mí, porque me llamo a Él, me hizo poder liberarme de cosas que me afectaban y darme cuenta de muchas cosas buenas y malas, también pude conocer el gran poder que tiene la Iglesia (que somos todos nosotros). Aprendí que veces con cosas tan simples como saludar, abrazar sin necesidad de un motivo, sonreír a alguien, escuchar a las personas, el preguntarle a alguien ¿cómo estás?, etc., podemos alegrarle el día a alguien o hasta hacer que vea la vida desde una perspectiva mejor. Cuando uno va de misiones ve el mundo desde otro punto de vista ya que se aprenden muchas cosas y algunos testimonios son muy fuerte con lecciones de vida increíbles, el encuentro con Dios es potente y aunque uno termine cansado también termina lleno por dentro, demasiado feliz porque sabes que todo tú esfuerzo vale la pena, también te llenas de momentos y recuerdos increíbles, pero lo más importante es que eso NO sea solo un paréntesis de tú vida sino que sea algo que te motive a seguir con la palabra de Dios en tu vida cotidiana que no es fácil pero si se puede. El misionar, ayudar, el estar cerca de Dios en todo momento de verdad me llena el corazón y me hace demasiado feliz, cuando uno conoce a Dios no quiere alejarse de él sino al contrario seguir sus pasos y estar siempre con él aunque a veces cueste un poco ya que somos seres humanos y no somos perfectos pero Él fue hombre y lo entiende perfectamente por eso es que siempre va a estar ahí con nosotros porque nos ama solo hay que abrirle nuestro corazón”.

Vicente Vargas – San Juan Diego

Que fueron las misiones para mí: fueron una experiencia increíble donde el convivir con tres comunidades diferentes fue algo genial donde logramos hacer comunidad entre todos, donde se formaron amistades muy buenas. el cariño entregado por la gente es increíble, poder verlos felices por la llegada de nosotros allá y poder hacer todas estas actividades, después de la vigilia cuando conversábamos con ellos nos decían “ primera vez que pudimos vivir un vía crucis tan bonito y una vigilia pascual completa” y uno al oír eso se siente feliz en poder darle ese gusto a la gente. En cuanto a lo espiritual también fue algo muy fuerte donde pudimos vivir un muy lindo retiro, fue una misión donde cristo estuvo muy presente y pudo sanar muchos corazones”.

Iván Sanhueza – Santa Teresa de Jesús de los Andes

En éstas misiones tuvieron un muy lindo significado para mí, ya que me recordaron mucho a las misiones que se hicieron en Chiloé,  ya que por segunda vez pude sentir la presencia del Espíritu Santo de una forma inexplicable y única me llevó uno muy bonitos recuerdos ya que aparte de experimentar en primera persona lo que es capaz de hacer la fe en la persona conocí a mucha gente con los mismos gustos que yo y eso es muy bonito y agradable ya que no tienes miedo de expresarte ni mucho menos dar tu opinión, son experiencias únicas en las cuales eres capaz de sentir la presencia de Dios”.

Aracelli Quilaleo – San Juan Diego

Estas misiones fueron totalmente nuevas, una experiencia única, muy distintas a las de verano e invierno, en donde se siente a Dios como nunca y te das cuenta que cuando estas con Él todo es distinto, no existe división, se buscan maneras de poder compartir entre misioneros y entre gente, en la cual, el amor se ve en todas partes y puedes ver que el mayor amor es una persona a través de un sacrificio que es Jesús. Me ayudó mucho a reflexionar sobre mi vida, sobre mis dolores, los cuales puedo superar si Él está a mi lado, en donde encontraré un refugio, a todos mis miedos, penas y oscuridades, y que Jesús es siempre quien me resucita y me da luz en mi vida, me da una luz tan grande, me genera amor, por el volví a ser radiante y pude superar todo. Por el pierdo algo, pero gano el doble. Como Él lo demostró dando la vida por nosotros, ganando la vida eterna. Este hecho se vive siempre, hasta en la actualidad, de distintas maneras, pero su presencia y nosotros mismos lo podemos generar al ayudar a otras personas, dando hasta lo más mínimo de felicidad. Como me pasó, ya que conocí a un abuelito, le digo así porque me entregó el afecto de un abuelo, y yo que nunca tuve, resultando lo más bello para mí, ver su felicidad por solo estar a mí lado como su nieta, resultando en una de las cosas más lindas que me pudieron pasar y recordar. Con estas misiones valoré mucho más y me di cuenta de que si Él pudo cargar una gran cruz, y la de todos nosotros, yo estoy dispuesta a superar mi cruz cargar y cargar la de otros, con el fin de lograr su felicidad”.

María Jesús Oliva – Santa Teresa de Jesús de los Andes

Mi experiencia en estas misiones fue única ya que más que encontrarme o conocer más personas tuve la necesidad en cada instante de acercarme más y más a Dios que necesitaba buscarlo tenerlo más aún en mi vida, estás misiones de semana Santa fueron geniales ya que me llene de la gracia de Dios”.

Natalia González – San Juan Diego

Estas misiones fueron muy importantes para mí ya que fueron las primeras a las que asistí y fue una experiencia que me encantaría volver a repetir. Se conoce gente hermosa, con un corazón hermoso y lleno de amor, pero también se conoce gente que necesita amor y es ahí donde uno tiene que dar de ese amor que uno tiene en su corazón a los demás, y eso es lo lindo de esto, que con un poquito, un granito de mostaza, uno puede cambiarle el día a una persona que lo necesita. Me encantó la experiencia y espero que no sea la última sino que la primera de muchas. Es una experiencia que ayuda a fortalecer la fe y el amor hacia el prójimo, y darse cuenta que si uno mira al lado hay personas que si necesitan de uno y uno tiene que hacer algo y ayudarlo a que ambos carguen con su cruz”.

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