Fue el año donde el mundo se detuvo. Fueron doce meses difíciles para nuestro país, sin embargo, un elemento se mantuvo inmodificable para muchas personas y, sobre todo, para varios miembros del Regnum Christi Chile… su relación constante y cercana con Cristo a pesar del confinamiento y el distanciamiento social.
Cuatro de ellos -P. Juan Pablo Álamos, L.C., Clara Sierra, Álvaro Cifuentes y Soledad Ávila- quisieron compartir con nosotros cómo el Espíritu Santo los inspiró durante esta pandemia, que suscitó en sus corazones y a qué se siente llamados el próximo año.
Padre Juan Pablo Álamos, Legionario de Cristo 1.- ¿Qué te inspiró el Espíritu Santo en este tiempo de pandemia?
“Profundicé en la conciencia de la necesidad absoluta que tenemos de Dios. Somos frágiles y necesitamos de Él para todo. En Él nos movemos y en Él existimos. Por otra parte, me he sentido empujado a poner más y más a Cristo y a los demás en el centro. Es el camino del Evangelio y es mi ruta para ser feliz”.
2.- ¿Qué suscitó en nuestros corazones?
“Hay de todo. Hay personas que se han alejado del camino, que es Dios y otros que han dado muchísimos pasos hacia Él. El sufrimiento bien vivido hace madurar, nos hace más comprensivos y humanos y nos abre a los otros. Espero que este tiempo haya permitido a muchos cristianos avanzar en la verdadera humanidad, a ejemplo de Jesús”.
3.- ¿A qué nos sentimos llamados por Él mirando al próximo año?
“A amar mejor, a descubrir más y más la mirada de cariño de Cristo sobre nosotros. Nos llaman a amar con más pureza, con mayor gratuidad, a gozar más la vida, a reírnos y disfrutar juntos y a abrazar la cruz. ¡San José nos va a ayudar!”
Clara Sierra, Consagrada RC
1.- ¿Qué te inspiró el Espíritu Santo en este tiempo de pandemia?
“Ha sido un año diferente, que nos ha exigido una constante adaptación, incluso en la manera de relacionarnos con Dios. He descubierto la preferencia de Dios por lo pequeño, lo oculto, lo ordinario. El ha trabajado así en mí y en las personas que he podido acompañar, a través de pequeños propósitos, sutiles inspiraciones, que si no las seguimos parece que no pasa nada, pero si las seguimos, pasa mucho”.
2.- ¿Qué suscitó en nuestros corazones?
“Suscitó en mi corazón, el deseo de encontrarme con Él en esa cotidianidad en la que Él se esconde y a la vez un impulso de mantenerme a la escucha de lo que quiere decirnos a través de estas circunstancias”.
3.- ¿A qué nos sentimos llamados por Él mirando al próximo año?
“Me he sentido llamada a renovar la confianza en Jesús, ese niño, pequeño, que prefiere lo pequeño, y que a la vez es el Señor y dueño de la historia.
Renovar esa confianza en Él, para mi significa mantenerme en una actitud de acogida constante a su plan para mí y para quienes me rodean. Sin importar cuales sean las circunstancias”.
Álvaro Cifuentes, Laico Consagrado RC
1.- ¿Qué te inspiró el Espíritu Santo en este tiempo de pandemia?
“Durante esta pandemia siento que el Espíritu santo me ha inspirado la necesidad de saber adaptarnos en lo personal y comunitario a esta nueva realidad; la necesidad de un cambio real de la sociedad en nuestra manera de vernos, escucharnos y cuidarnos. Para esto resulta indispensable un cambio concreto en lo personal y la creatividad para aprovechar las ventajas de la nueva modalidad de trabajo para evangelizar”.
2.- ¿Qué suscitó en nuestros corazones?
“También he sentido que el Espíritu Santo ha suscitado en mi corazón un anhelo de servir a los demás con mayor atención, valorar con mayor fuerza las relaciones familiares y el deseo que contar con una vida comunitaria fortalecida, con relaciones sinceras, atentas y generosas”.
3.- ¿A qué nos sentimos llamados por Él mirando al próximo año?
“Después de este año de aprendizaje siento el llamado a cuidarnos mejor como comunidad. A estar más atento a las necesidades de los otros sobre todo los más necesitados de cuidado. De igual manera, pienso que será necesario hacer uso de las tecnologías para seguir una evangelización respetuosa que llegue a todas las personas a nuestro alrededor, a las personas que trabajan en nuestras instituciones para que todos seamos partícipes de esta bendición”.
Soledad Ávila, Laica RC
1.- ¿Qué te inspiró el Espíritu Santo en este tiempo de pandemia?
“A nivel personal siento que volví a valorar el tiempo de hacer hogar, encuentro y reflexión. Comprender la realidad de muchos que debieron hacer frente a la misma situación, con mayor fragilidad… también vivimos todos una situación de vulnerabilidad similar, que nos pone en igual condición… entender la relatividad de las estructuras sociales que vivimos… cuando en el fondo todos somos iguales. A nivel de movimiento siento que Inspiró encuentros a distancia, eliminando fronteras y distancias. Validó a cada miembro y equipo del RC en forma independiente a la sección a la que pertenece”.
2.- ¿Qué suscitó en nuestros corazones?
“La necesidad y urgencia de ayudarnos mutuamente y vincularnos con los más cercanos. Cosas tan cotidianas que se han ido perdiendo, hablar con los vecinos o los que a diario tenemos al frente”.
3.- ¿A qué nos sentimos llamados por Él mirando al próximo año?
“He sentido la urgencia de realizar acciones concretas de la misión que siento debo realizar, que es el trabajo de formación de niños… abrirles horizontes y posibilidades”.