La actividad estuvo orientada a sus alumnos, profesores y personal, las que se desarrollaron entre el 26 y 30 de julio. “Ha sido un desafío la evangelización online. Sin embargo, la convocatoria que hemos tenido nos recuerda, una vez más, que todos tenemos necesidad y deseos profundos internos de algo que nos eleve la mirada, que nos haga compartir en comunidad y nos hable de amor, entrega, solidaridad y finalmente de Dios”, comenta Ana María Sanin, directora de la Pastoral de la Universidad Finis Terrae.
Las misiones organizadas por la Pastoral de la UFT y lideradas por cuatro jóvenes, ofrecieron un momento de reflexión evangélica, oración y formación sobre la vida de un santo. “Quisimos poner los ideales más altos, mirar el cielo e invitar a salir de nuestras propias comodidades, para así ser coherentes y fiel a nuestros principios”, explica Sanin. Además, realizaron encuentros por zoom con la localidad de Curacaví en la que participaron familias de la zona, y personas de la misma universidad que viven en ese sector. La actividad fue apoyada por el párroco de esa comunidad y consistió en leer el Evangelio, compartir lo aprendido y tener un momento de reflexión y oración en conjunto.
Durante la semana los misioneros también entregaron acompañamiento a enfermos terminales de cáncer de la Clínica Familia, a través de videos con mensajes de esperanza y de amor.
Si bien en 2020 tuvieron misiones online, no hubo un componente apostólico como este año ya que su enfoque principal fue la formación y recreación. “Vimos la necesidad que los alumnos pudiesen encontrarse con otras personas fuera de las clases virtuales y vivir una experiencia nueva, lo que tuvo una muy buena respuesta”, afirma Sanin. Fue esa acogida lo que motivó a la Pastoral de la UFT a que este año se volvieran a realizar de manera online, pero con algunas actividades apostólicas. “Estamos muy contentos porque gran parte de quienes participaron esta vez fueron jóvenes nuevos en la Pastoral, de los primeros años de carrera”, concluye Sanin.