Se trató de una instancia en que las niñitas pudieron compartir con sus papás lo qué es el ECYD y las experiencias que han tenido durante el año, tanto espirituales como apostólicas. También, fue una oportunidad para poder fortalecer el vínculo padre e hija. “Fue una buena iniciativa para acercarnos a nuestros papás y poder conocer un poco más su lado espiritual; porque muchas veces en casa no tenemos esa oportunidad”, reflexiona Agustina Aguirre.
Alumnas de séptimo básico del Colegio Cumbres, que participan en la segunda etapa de ECYD de la sección de Las Condes, tuvieron una actividad junto a sus padres. Tuvieron una dinámica recreativa, rezaron juntos un misterio del Rosario y luego compartieron una comida mientras respondieron un cuestionario para abrir un espacio de conversación.
Algunos testimonios
Agustina Aguirre: Fue una buena iniciativa para acercarnos a nuestros papás y poder conocer un poco más su lado espiritual porque muchas veces en casa no tenemos esa oportunidad. Para mí el ECYD me ha otorgado muchas herramientas para poder acercarme más a Dios y poder conocer más mi fe.
Rosario Varela: La actividad padre e hija estuvo súper chora y muy entretenida. Me encantó porque pude conocer mucho más a mi papá y fue muy divertido. El ECYD me ha ayudado a poder tener más fe.
Agustina Bullemore: Me gustó mucho la actividad porque pudimos estar con los papás y pasar más tiempo con ellos. El ECYD me ha ayudado a acercarme más a Dios y a ser más alegre.
Isa Claro: Encontré muy entretenida la actividad padre e hija porque al final pudimos unirnos mucho con nuestros papás y pasar más tiempo con ellos y disfrutarlo. El ECYD me ha ayudado mucho a unirme a Jesús y tomarme más en serio mi fe.