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AEDIFICA | Una huella social y apostólica que crece en Chile

Aedifica sigue conquistando corazones que lo entregan todo para ir en ayuda de los demás. Durante estas vacaciones de invierno este apostolado incursionó en el colegio San Isidro, donde más de 30 alumnos del centro educativo forraron dos viviendas en la localidad de Buin. Además más de 30 voluntarios de los colegios Cumbres, Everest y, por primera vez, La Cruz construyeron una media agua, misionaron y realizaron talleres en la zona de Pirque. Dos jóvenes que participaron en estos trabajos, José Pablo Lara y Francisca Ossandón, comparten sus experiencias de encuentro con Cristo, sus compañeros y las comunidades que ayudaron.

Este año más de 60 jóvenes de los centros educativos del Regnum Christi fortalecieron el aporte social de la iniciativa apostólica Aedifica en nuestro país al realizarse dos trabajos de invierno para construir medias aguas y reparar viviendas sociales. Desde el 12 hasta el 15 de julio, Aedifica debutó en Buin con el forrado de dos viviendas por parte de más de 30 alumnos del colegio San Isidro.  Por su parte, los cerca de 30 voluntarios de los colegios Cumbres, Everest y, por primera vez, La Cruz acompañaron la construcción de una vivienda con misiones y talleres para la comunidad. Y cabe destacar que los siete alumnos rancagüinos no sólo aportaron su mano de obra, alegría y espíritu apostólico sin que también adquirieron conocimiento para poder lanzar Aedifica el próximo año en su centro educativo.

Dos de los voluntarios de estos trabajos de invierno, José Pablo Lara y Francisca Ossandón, compartieron sus experiencias de encuentro con Cristo, sus compañeros y las comunidades que ayudaron.

José Pablo Lara – Alumno III° Medio Colegio San Isidro

Yo fui con las expectativas altas porque sabía lo feliz que habían quedado algunos de los encargados que fueron a otros trabajos y porque la charla motivacional que tuvimos me hizo saber que este año podía lograr lo mismo y más. Pero aun así, este proyecto logró sorprenderme. Cada actividad dejaba una reflexión muy buena que te hacían pensar. El que hubieran misiones, talleres y construcción me gustó mucho porque lograban juntarnos con toda la comunidad. La construcción es algo clave en el proyecto porque hace que uno se dé cuenta de una realidad que nunca piensa, por lo menos yo no agradecía la casa que tengo hasta esta experiencia. Llegué a este proyecto con una meta fija, lograr mejorar mi fe y lo logré, gracias a situaciones y personas específicas que me marcaron mucho. Me pasaron muchas cosas, tanto buenas como malas, que me acercaron mucho a Dios. Volviendo al proyecto, lo que más me gustó fueron dos cosas, las misiones y la actividad final, que consiste en darle una cruz a la persona que más te marcó. Ahí me di cuenta de que el proyecto logró todo lo que buscaba. Esto lo vi reflejado en que todos estaban muy cansados pero a la vez muy felices. Además porque en esta actividad me dieron 4 cruces a mí, lo que fue una sorpresa y me encanto saber que marqué a tanta gente gracias a este gran proyecto. Por todo esto y más puedo decir que Aedifica es una de las mejores experiencias de mi vida, que me marcó para siempre, que salí muy feliz y que haberme inscrito fue la mejor decisión que pude haber tomado”.

Francisca Ossandón – Alumna II° Medio Colegio Everest

El año pasado me hablaron de este tremendo proyecto y me preguntaron si quería sumarme y ayudar a organizarlo.  Sin saber mucho de qué se trataba me sumé a la máquina y hoy me llena de emoción y satisfacción saber cómo nos hemos ido superando. Aedifica es un claro ejemplo de cómo los seres humanos podemos ir mejorando, sobrepasando nuestras propias limitaciones. Nunca se pueden poner expectativas muy claras ya que todos los años los voluntarios varían y cada uno tiene algo especial que aportar. Personalmente estos trabajos superaron mis expectativas en un 1000%. Lo que me encantó de este año fue que decidimos hacerlo más chico y en vez de dos generaciones, solo fue una, lo que lo hizo muy familiar. Los primeros dos días fueron de capacitaciones, charlas y organización para los organizadores y los últimos cuatro días fueron los de ejecutar el proyecto junto a todos los voluntarios. Puedo decir con orgullo que conocí a cada uno de los que participaron y que cada uno de ellos me aportó algo de su esencia que me ha servido para ser una mejor persona. El grupo de trabajo que tenemos es envidiable; todos con la mejor disposición y ganas de ayudar. Además hubieron muchos momentos de buenas risas y experiencias inolvidables. Parte de nuestra labor fue hacer talleres para los más chicos, misiones para conocer a la comunidad y construir una media agua a una familia que vivía en hacinamiento.  De todos quienes conocí me llevó un recuerdo increíble y que, Dios quiera, podamos seguir llegando cada vez a más personas y colegios sin perder nuestro foco principal que es la formación de voluntarios y entrega a los demás por medio de estas actividades”.

Para ver las fotos de los trabajos de invierno de Aedifica 2018 presione aquí.

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