Martina participó en Hagamos Lío, proyecto que nació en la Universidad de Anahuác, a través del cual se entregan testimonios de fe en cápsulas de 20 minutos que se publican en YouTube. En su relato, esta joven universitaria explica el proceso de conversión que inició en el “peor momento de su vida”. Recuerda que el cáncer de su hermano Luciano y la muerte de un amigo, a corta edad, la hicieron mirar al cielo y suplicarle a Dios su ayuda. “De rodillas miré al cielo y le supliqué que me ayudara, le pedí perdón porque no recordaba ni siquiera las palabras del Padre Nuestro, solo lloraba, hasta que sentí que mi corazón frío como una piedra comenzó a entibiarse. Comprendí que Dios siempre había estado a mi lado, y que era ese fuego ardiente que sentía ahora en mi corazón. Decidí que quería estar cerca de Él para siempre”.
Martina está preparándose para hacer la Confirmación en 2022 de la mano de la Pastoral de la U. Finis Terrae. “Me pregunté cómo podía dar el amor que Dios me había regalado y quise entregarme completamente y comenzar un camino difícil, pero el mejor de todos”.
Si bien en un principio tuvo miedo de ser criticada por creer en Dios, porque sería considerado “una cosa de tontos”, explica que se ha dado cuenta que no importa que los demás no crean. “Siempre les respondo: yo puedo creer por ti y por mí”. Hoy agradece este camino, pues con orgullo dice que lleva dos años limpia. “Sin Dios de vuelta yo no estaría acá”, confiesa. Pese a que todavía tiene dudas sobre qué está bien o mal, o no se sabe de memoria todas las oraciones, dejó atrás su miedo. “Tengo algo que antes no tenía que es Su compañía, siento Su amor todos los días”.
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