Carola es la sexta de siete hermanos y acaba de celebrar sus 30 años como consagrada del Regnum Christi. Actualmente trabaja en la sección de señoras de La Dehesa donde imparte talleres y retiros de sanación.
Carola Infante es la sexta de siete hermanos y acaba de celebrar sus 30 años como consagrada del Regnum Christi, al que conoció mientras estudiaba diseño en la Universidad Católica, carrera que dejó a mitad de camino al irse de colaboradora y luego tomar la vida de consagrada. Confiesa que le atrajo la combinación de vida espiritual y apostolado. “Mi vida universitaria fue enriquecida por este aporte de ser contemplativos y evangelizadores”, comenta. Con el tiempo, Carola hizo estudios en ciencias religiosas y educación, además de un magíster en acompañamiento y psicología en España.
Carola trabaja en la sección de señoras de La Dehesa desde este año. En este Centro Misión ha ofrecido el taller de sanación “Libres en Cristo”, que ha impartido cuatro veces este 2022 y cuyos cupos se llenan.
¿Cómo nació tu interés por dar talleres de sanación?
El 2019, en unos ejercicios espirituales de un mes, tuve una experiencia profunda del amor de Dios que sana. Entonces, quise compartir con otros esta experiencia. Sentí que Cristo me pedía ayudarle a llegar a más gente para sanar sus corazones y sus vidas.
A partir de ahí, el tema de la sanación interior empezó a estar cada vez más presente y se me fueron presentando situaciones en las que me vi necesitada de profundizar en él, para acompañar a otros en sus procesos. He hecho cursos, retiros, lecturas relacionadas con este tema. Parece algo “nuevo”, pero ha estado presente en la Iglesia desde siempre porque Cristo vino a eso, a sanarnos como personas. Es cosa de ver el Evangelio lleno de ejemplos de sanación y liberación…
¿Cuándo comenzaste a dictar este tipo de talleres?
Empecé a darlos ante el aumento de personas que llegaban a pedir luz o ayuda en ese ámbito. Fue una forma de llegar a más personas para herramientas, porque la necesidad o el interés en esto parece ir en aumento.
¿En qué consisten los talleres y retiros de sanación?
Los talleres los hago en 5 sesiones. Empezamos con unos minutos de oración, canto y alabanza, para abrir el corazón a Dios y disponernos a recibir. Cada taller tiene su temática, relacionada con la verdad de quiénes somos (hijos amados del Padre) y de las heridas que nos quitan plenitud y libertad en la vida, empezando por el pecado que es la gran herida que nos aqueja.
Es un taller psicoespiritual, que busca tocar el interior y descubrir las dinámicas internas que nos enferman y nos roban de la vida lo que nos trajo Jesús. Terminamos con otro momento de oración, pidiendo al Espíritu Santo que nos ilumine con relación al tema tratado. Y les dejo ejercicios y tareas de oración para la semana.
Los retiros de sanación siguen la misma temática. Hacemos algo parecido, en 2 días.
¿Cómo se relaciona el carisma del Regnum Christi con los talleres y retiros de sanación?
El RC está llamado a transmitir el amor misericordioso de Dios que sale a nuestro encuentro, nos revela su amor que sana y nos envía a compartirlo para que llegue a muchos otros. El Evangelio está lleno de ejemplos, como la samaritana o María Magdalena…Jesús las sana con su amor y les envía, convirtiéndolas en testigos vivos del amor que han recibido y que les cambia la vida.
Cristo vino a sanar los corazones afligidos, a devolver la vista a los ciegos, a liberar a los cautivos… todos estamos en esa condición de alguna forma. El Reino de Cristo vino con todo eso y también lo hace hoy en nuestro tiempo.
¿A quiénes están dirigidos estos talleres?
Hasta ahora han sido para mujeres porque trabajo en la sección de señoras. Llegan también jóvenes y los han pedido para matrimonios, pero no los hemos hecho todavía para esos grupos.
Desde tu experiencia ¿Cuál es la principal herida que tenemos?
Las mayores heridas que tenemos se deben a las faltas de amor, es decir a que no hemos recibido el amor que esperábamos o necesitábamos. Pero también nuestros propios pecados, que son precisamente faltas de amor que cometemos en relación con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos, nos hieren.
Por lo mismo, solo el amor sana verdaderamente el corazón de las personas. Pienso que los dolores más grandes de la sociedad de hoy tienen que ver con la falta de un amor gratuito e incondicional. Heridas de soledad, rechazo o división, de abandono, de sentirnos insuficientes, miedos, etc.
¿Por qué Dios permite el dolor de sus hijos?
Dios no quiere el sufrimiento de sus hijos. Todo sufrimiento es fruto del pecado y por eso Cristo vino. Él es el médico y el Buen Pastor que sale a buscarnos para darnos vida, su Vida.
Testimonio de María Inés Concha
Recibir el taller de sanación ha sido una experiencia muy bonita y “sanadora”. Nos recuerda que somos hijos amados del Padre, creados a su imagen y semejanza. Que nos ama con todo lo que somos: con nuestras debilidades, pecados, virtudes y talentos. Él todo lo perdona y hace nuevas todas las cosas; nos perdona, restaura, transforma y levanta. Aprendí también que en nuestras heridas están nuestras fortalezas.
En el retiro de sanación “Levántate” estuve de servidora, ayudando. Vi cómo Jesús, con su gracia y el poder de su Espíritu Santo, iba haciendo su obra en el corazón de cada señora. Lo vi reflejado en sus caras y testimonios de encuentros profundos con la misericordia de Dios; el amor de los amores.
Aunque siempre en el RC hemos tenido muy presente al Espíritu Santo veo que se está haciendo muy presente con un nuevo soplo para actuar en estos tiempos donde se necesita mucha luz, y sabiduría.