“Un Solo Corazón” es el mensaje de la canción que celebra el 75° aniversario del Regnum Christi. La letra, compuesta por Marcela María y Campos, consagrada del movimiento, relata cómo el Señor ha unido y ha sostenido al RC. La autora ha compuesto más de 130 canciones y cinco discos publicados en la plataforma de música iTunes. No te pierdas el testimonio de Marcela quien cuenta qué inspiró la letra de la canción y qué quiere transmitir con ella.
La canción Un Solo Corazón conmemora los 75 años de vida del Regnum Christi con un mensaje que destaca como el Señor ha unido y ha sostenido al Movimiento. Para una de sus compositoras, Marcela María y Campos, la letra de la canción es un reflejo de lo que ha significado para el Movimiento llegar a tan importante celebración: “el constatar que es el Señor quien nos ha unido y nos ha sostenido, es una experiencia que compartimos los que hemos ido juntos en la misma barca”.
Marcela de María y Campos, que es consagrada del Regnum Christi hace 27 años, asegura que en la última etapa que ha vivido el Movimiento ha podido experimentar más de cerca lo que expresa la canción que compuso junto a la consagrada Amelia Silva: “…seguiremos caminando, sin soltarnos de tu mano. Renovada la esperanza y la urgencia de anunciar, el que comenzó esta obra a buen fin la llevará. Un solo corazón, una sola alma, un mismo amor, un mismo Rey que nos une en comunión. Un solo corazón, una familia, una misión que Su misericordia nos confió”.
A continuación, Marcela María y Campos, que cuenta con más de 130 canciones compuestas y cinco discos publicados en la plataformaiTunes, relata cómo fue el proceso de composición de la canción, qué quiere transmitir con esta nueva obra musical y de dónde obtuvo la inspiración para su letra.
¿Cómo fue el proceso de composición?
“Me pidieron esta canción para que pudiera ser un marco que nos acompañara para celebrar los 75 años de nuestra familia. Y lo que pensé fue presentar de alguna manera en las estrofas el trayecto, el camino de lo que ha sucedido, y llegar al estribillo con algo fuerte, con algo estable, con algo que nos una a todos. Y por eso es un solo corazón, una sola alma. Y quise, tanto para la composición como para la grabación, que estuviéramos todos los miembros de Movimiento representados. Por eso están cantando legionarios, consagradas y jóvenes del ECYD. Creo que es una manera de mostrar no solo con nuestras voces sino que también con nuestra presencia y apoyo que nos pudimos entregar entre todos, que realmente somos una familia, un solo corazón, una sola alma y una misión”.
¿Qué quieres transmitir con esta canción?
“Lo que está detrás de la canción es lo que está en mi corazón y lo que está en el corazón de muchos. El texto de la canción lo hice con ayuda de Amelia Silva porque dije que esto es algo que no solo tiene que ser mío, sino que tiene que ser de alguna manera nuestro. Es algo que le queremos decir a toda la familia del Movimiento. Es parte de un sentimiento de gratitud, de asombro, un maravillarse por lo que Dios ha hecho con nosotros, de diferentes maneras y a veces con diferentes envolturas, pero siempre son cosas grandes y cosas muy buenas. A veces no son fáciles de entender, pero a fin de cuentas son parte del proyecto que Dios quiere para nosotros y del que formamos parte. Vamos ya caminando juntos y vamos en la misma barca como dice la canción”.
¿Por qué esta canción en este momento?
“Creo que es un momento que de alguna manera esperamos. Cuando ya podemos con tranquilidad y con paz en el corazón voltear para atrás, mirar, y darnos cuenta de las maravillas que Dios ha estado haciendo. No podemos abarcar todo lo que Dios ha hecho, pero podemos reconocer sus beneficios, sus maravillas y los milagros que ha hecho con nosotros, en nosotros y a través de nosotros. Y a veces a través de la música se pueden decir cosas que tal vez con palabras no se pueden abarcar”.
¿De dónde sale tu inspiración?
“Viene del Espíritu Santo. De lo que el Espíritu Santo va soplando, va diciendo a mi corazón. Casi siempre las canciones que hago son de algo que primero hemos hablado Él y yo. A veces son las conclusiones, a veces son caminos y preguntas, pero siempre nacen de una relación con el Espíritu Santo. Y lo que trato de hacer o a lo que trato de prestarme es a dar Su mensaje, no tanto el mío. Quiero ser una mensajera, una transmisora del evangelio, de la buena nueva que Él ha venido a traer”.