Regnum Christi Chile

Convención Territorial – “Me di cuenta de que no estoy sola en el andar, y que el RC es un camino que nos prepara para salir al mundo con valentía”

 

Del 6 al 9 de octubre se realizó la Convención Territorial (CT) en la que participaron 51 personas entre seglares, consagradas, Legionarios de Cristo y consagrados, tanto de Chile como de Argentina. Aquí les compartimos lo que algunas personas vivieron en esos días de profunda reflexión y comunión.

Ismini Anastassiou miembro RC: “El sello del RC es patente”

Un pequeño cielo se manifestó en la tierra. Pudimos vivir un fin de semana de octubre como familia unida en el amor y en la paz de la mano del Señor y de la Virgen del Carmen, que estaba presente.

Después de unas celebraciones eucarísticas de lujo, reflexiones frente al Santísimo y conversaciones con los participantes, el Espíritu Santo nos ayudó a bajar a papel, las ideas y desafíos pendientes que nos faltaban, según la realidad de hoy, en un sano ambiente de colaboración y de respeto. En realidad, después de las exposiciones de las distintas áreas de acción de los laicos, me impresioné y valoré todo lo que se está haciendo por tantos años: tratando de Evangelizar en los distintos niveles, trabajando como hormigas, pero unidos todos en el amor al Señor.

El sello del RC es patente. Nos sentíamos como hermanos: argentinos y chilenos; sacerdotes con los laicos, todos gozosos en aportar un granito de arena, esperando que el Señor lo transforme en granos de mostaza para que den frutos. Me di cuenta lo importante que es entender y conocer la identidad alegre y propositiva del miembro del RC y de que no estoy sola en el andar. El RC es un camino que nos prepara para salir al mundo con valentía. Es nuestra responsabilidad tratar de incidir en las distintas etapas de la vida en familia, en los diferentes sectores y apoyar a Chile y al RC, siempre confiando en la Santísima Trinidad, que hará todo en su tiempo y con el ejemplo de la Sagrada Familia.

Agradecida de la oportunidad que me dieron y de todos los que hicieron esta Convención Territorial posible, pues creo que no sólo nos dio esperanza, sino que también alegría, paz y confianza en el Señor.

María del Carmen Jouanne, miembro RC: “A pesar de las dificultades estamos sanos y con el desafío de seguir llevando a Cristo a millones de personas”

Con mucho cariño y responsabilidad, fui como una de las representantes de la sección señoras de Las Condes. Fue un trabajo intenso, profundo, desafiante, enriquecedor y complementario. La idea era pensar en qué debemos trabajar para los próximos 5 años, en el Movimiento y en éste al servicio de la Iglesia y de los hombres del siglo XXI.

Después de la experiencia, me quedo con, la belleza de la vocación del Regnum Christi, la alegría de la Fe, los tesoros de la vida de cada uno de los participantes, lo fantástico e importante que es convivencia entre las distintas ramas.

A pesar de las dificultades estamos sanos y con el desafío de seguir llevando a Cristo a millones de personas.

Carol Johnson, miembro RC: “Me enseñó que somos un cuerpo y que todos somos necesarios e importantes”

Parto contando que llegué a la Convención luego que corrió la lista de espera.  Al llegar al lugar uno se empieza a encontrar con muchos sacerdotes, consagradas y consagrados. Algunos conocidos otros no. Los laicos laicos (como yo les digo) había de todo, chilenos y argentinos, mayorcitos y jóvenes.

Nos dividieron en 6 grupos, todos variopinto. Cada grupo trabajó en el tema que se le asignó. Se nos pidió ver y juzgar (igual que en los casos del Encuentro) y finalmente actuar. Las realidades eran muy distintas dada la diversidad en cada grupo, pero un mismo tema analizado desde distintos puntos de vista, se enriquece.  Cuando se expuso en el plenario cada tema, me sentí interpretada en muchas aseveraciones y que gran parte de lo ahí expuesto respondía en algo mis inquietudes. Además, podíamos aportar a lo ya expuesto. ¡Genial! Ahí, uno dice, valió la pena venir.

Fue maravillo ver la acción del Espíritu Santo en todos nosotros. A mí me vació de mí misma y me enseñó que somos un cuerpo y que todos somos necesarios e importantes. Que el carisma nos une. El Señor nos llamó, nos unió, nos formó y nos hizo actuar.

También me sirvió para comprobar que el Regnum Christi es más que la sección señoras de Las Condes. El Movimiento es un camino de apostolado que comienza en la niñez y termina en el cielo. Me llenó de esperanza ver a los jóvenes con su ímpetu. A las consagradas que trabajan como hormiguitas. A los laicos consagrados que, aunque son pocos, tienen una formación increíble y la ponen al servicio del Reino y a los Sacerdotes que disciplinadamente nos llenan de la espiritualidad necesaria para elevar nuestra vocación a Dios. Y por último, pero no menos importante, los laicos. Ver la sencillez y perseverancia de los de provincia. El fuego que tienen es inextinguible, una conciencia que el llamado es de Dios y no de los hombres. Argentina, con una realidad distinta a la nuestra muy bien representada en sus cuatro localidades.

Se vivió un ambiente de trabajo intenso, de mucha camaradería y momentos de distensión muy simpáticos. Somos una familia. La Familia RC. Me quedo con la necesidad de interactuar con todas las secciones y etapas, Jóvenes con Señoras, Señores con ECYD, La Dehesa con Curicó o Las Condes con Viña. Gracias Señor por llamarme al Regnum Christi y gracias RC por darme esta oportunidad de vivir y participar de esta experiencia.

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