Vicente Jullian es exalumno del Everest y participa en el Regnum Christi desde los 15 años. Asumió la labor de coordinar el trabajo de Cruzadas, apostolado que en las vacaciones de invierno construirá siete capillas en la zona de Ovalle.
Vicente Jullian es el menor de cuatro hermanos, y estudia ingeniería comercial en la Universidad de Chile. A los 15 años comenzó a participar en actividades del Regnum Christi, donde hoy es responsable de un grupo de Reino integrado por alumnos de cuarto medio y, por este año, además es coordinador el apostolado Cruzadas. “El Regnum Christi es una manera de vivir, en que se te invita a poner a Dios como foco principal de tu vida”, afirma.
A sus 21 años Vicente ha participado como voluntario en varias iniciativas. Actualmente está a cargo de toda la logística de Cruzadas. “La construcción de capillas es lo más tangible que se puede ver de lo que entregamos a la comunidad, además de salir al encuentro de las personas, pero también tiene un llamado hacia el mismo voluntario, en cuanto a su experiencia de vida comunitaria”, afirma.
Durante los nueve días que dura Cruzadas, los jóvenes tienen dos instancias de reflexión y formación espiritual diaria. “Se trata de dinámicas muy preparadas, con un manual que se hace con tiempo y que varía año a año, para atender al contexto actual”, explica Vicente.
El trabajo de quienes están en el equipo directivo de Cruzadas es anual y están organizados en nueve comités que velan por diferentes aspectos, dentro de los cuales están los tres pilares bajo los cuales se sustenta Cruzadas: Construcción, Vida en Comunidad y Formación.
En “Vida Comunitaria” lo que se busca es que los voluntarios dejen huella en la comunidad que se visita. “Es, a mi juicio, uno de los comités más potentes porque se enfoca en la conexión que tenemos con la gente de allá. No tiene sentido levantar una capilla si no sabemos a quién se la estamos dando”. Los voluntarios, además de construir una capilla desde sus cimientos, misionan y realizan un puerta a puerta.
Este año el equipo directivo ha sido recibido con gran amabilidad por las comunidades que los recibirán en los próximos días. “Nos hemos sentido muy queridos y acompañados en este proceso. Las personas nos dicen que entre más jóvenes católicos entreguen el mensaje de Dios, ellos felices”.
En cuanto al pilar de “Formación”, lo que se procura es generar diferentes instancias antes, durante y después de las Cruzadas. “Es fundamental este aspecto para la experiencia del voluntario”, enfatiza Vicente. Muchos han participado durante varios años, e incluso lo siguen haciendo una vez que pasan al mundo profesional. “Para la mayoría de las personas Cruzadas les ha transmitido una forma de vivir”. Vicente comenta que hace pocos días tuvieron un evento para recaudar fondos al que convocaron a ex voluntarios y al que llegó gente que había participado en 2010 e incluso en 2005. “La fuerza de Cruzadas son los voluntarios porque al final, en este tipo de proyectos, es un instrumento de los que Dios quiere hacer en ese lugar”.
Además de los voluntarios, también participan en Cruzadas sacerdotes y consagradas. “Son zonas muy aisladas que tienen misa una o dos veces al mes. Los sacerdotes que nos acompañan tienen un trabajo intenso pues celebran bautizos, llevan la comunión a los enfermos y ofrecen la confesión, entre otras labores”, acota Vicente.
Algunos datos
Nace en 2004, para misionar y construir mediaguas.
En 2006 se redefine, y se comienzan a construir capillas
Se han levantado 150 capillas
Desde el 15 de julio al 23 serán las Cruzadas 2022, que se realizarán en la zona de Ovalle.