Regnum Christi Chile

Despedimos y agradecemos su servicio

 

Tras años de servicio y dedicación en Chile, dos miembros del Regnum Christi emprenden un nuevo camino. Con sus maletas llenas de recuerdos y el corazón agradecido, el H. Nils Schäfer, LC, y el P. José Alberto de la Garza, LC, se despiden de la comunidad, dejando una huella imborrable. En esta despedida, ambos comparten sus reflexiones sobre el tiempo vivido, los aprendizajes adquiridos y las esperanzas para sus próximas misiones.

 H. Nils Schäfer, LC
Después de tres años de entrega al acompañamiento y a la formación de jóvenes, el H. Nils vuelve a Roma a continuar sus estudios para prepararse para la ordenación sacerdotal.

¿En qué etapa de tu camino en la formación LC te encuentras actualmente?
Estoy terminando mis prácticas apostólicas, que realicé trabajando en el colegio Everest con los alumnos de II a IV medio y en la sección de jóvenes en La Dehesa. Esta etapa está dedicada a aprender el arte del apostolado, enriquecerse con la experiencia y consolidar los hábitos de una vida consagrada completamente a Dios.

¿Cómo describirías el rol que tuviste durante tu tiempo en Chile?
Mi rol principal fue el de mentor para muchos jóvenes, tanto en su etapa final del colegio como al inicio de la vida universitaria. Los acompañaba en sus experiencias de misiones, pero también en su día a día en el colegio. Acompañar a jóvenes es emocionante, porque con cada uno se abre un mundo de esperanza, talentos y aspiraciones, pero también de inseguridades y dudas. Además, es impresionante cuando estos jóvenes se encuentran con Cristo por primera vez y descubren una nueva dimensión de vivir más plenamente.

Si tuvieras que resumir tu experiencia en el territorio con un solo recuerdo o momento, ¿cuál elegirías y por qué?
Uno de los momentos que más me impactaron son, sin duda, las misiones: Aedifica, Misiones de Semana Santa o Pintando Misión. Durante la noche, siempre hay un momento de reflexión en grupos pequeños donde los jóvenes comparten sus experiencias del día. Muchas veces, algunos que antes no estaban cercanos a la fe hablaban de cómo un momento de oración o una visita a una casa había transformado su día. Para mí, estos momentos resumen muy bien por qué hacemos todos los esfuerzos en este territorio: buscamos que las personas tengan un encuentro con Cristo que transforme sus vidas y que luego pongan sus talentos al servicio de los demás.

¿A dónde vas ahora y qué misión o tarea te espera allí? ¿Cuáles son tus expectativas para esta nueva misión?
El 30 de agosto vuelvo a Roma para continuar mis estudios. Voy a realizar una licenciatura en filosofía durante dos años y luego comenzaré los estudios de teología. Espero que este tiempo sea de preparación profunda para la misión que me espera tras mi ordenación sacerdotal. Sobre todo, espero que me ayude a crecer en mi amor a Cristo, porque solo Él da sentido y alegría a toda nuestra vida en el Regnum Christi.

P. José Alberto de la Garza, LC

Sacerdote del Regnum Christi, recientemente concluida su misión en Chile y próximo a acompañar espiritualmente a legionarios en Roma y Europa.

¿Cómo describiría en pocas palabras lo que significó para usted su tiempo de misión en Chile?
Hasta el año 2013, cuando llegué a Chile, siempre había trabajado en el acompañamiento de legionarios y no había tenido experiencia pastoral con laicos. Ahora vuelvo al ámbito de la formación de legionarios, pero muy enriquecido por todo lo aprendido aquí. Viéndome a mí mismo, puedo afirmar que, en cierto sentido, “soy otro”.

Durante estos años, ¿cuál fue su principal servicio o rol dentro de la misión y cómo lo vivió personalmente?
Trabajé con adultos en la sección de La Dehesa, principalmente con señoras. En algunos momentos fui auxiliar y, durante un periodo, también director de la sección. Al inicio lo viví con nerviosismo, pero pronto fui ganando seguridad al ver que la gente me acogía con mucho cariño.

Si tuviera que quedarse con una enseñanza o un regalo de su paso por Chile, ¿cuál sería?
Me maravilla constatar el amor al Regnum Christi que tienen muchas personas en este país. Hace unos días tuve una reunión con un grupo de señoras, algunas de las cuales pertenecen al RC desde 1978, es decir, desde la llegada del movimiento a Chile. Para ellas, el RC es una familia espiritual a la que quieren incondicionalmente, al igual que a la familia de sangre, a pesar de sus defectos. No entienden su vida sin el Reino y sin vivir su vocación de apóstoles. Fue un gran regalo descubrir esta dimensión del RC, sentirme parte de ella y recibir el cariño de tantas personas que sin duda echaré de menos.

Ahora que inicia esta nueva etapa, ¿qué nos puede contar sobre el destino al que ha sido enviado y el servicio que le han encomendado allí?
Ayudaré como director espiritual en el seminario de los legionarios en Roma. Además, apoyaré periódicamente, también como director espiritual, en algunas comunidades de sacerdotes en Europa.

¿Qué espera de esta nueva misión y de qué manera siente que la experiencia vivida en Chile lo prepara para lo que viene?
Espero que todas las personas que me han prometido oraciones me encomienden, para ser dócil al Espíritu Santo y servir al plan de Dios en mis hermanos legionarios más jóvenes. La experiencia vivida en Chile me ha enriquecido profundamente y confío en que me capacita para ofrecer un mejor servicio espiritual a los futuros sacerdotes que acompañaré.

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