En enero, cinco alumnos del Colegio Cumbres y uno del Colegio Oakhill Pilar, Argentina, viajaron a México para realizar un cursillo de colaboradores del ECYD. En el caso de las mujeres, siete colaboradoras se trasladaron hasta Estados Unidos, Francia y España. Los jóvenes se dedican principalmente a apoyar las actividades que organiza el Regnum Christi en el país de destino.
Desde hacía varios años que en nuestro territorio no se realizaba un cursillo de colaboradores del ECYD para jóvenes (hombres) que participan en esta pastoral.
Clemente, alumno de II medio del Colegio Cumbres, fue parte del grupo con que se retomó esta iniciativa en nuestro territorio.
¿Cómo te entusiasmaste con ir a México para realizar el cursillo?
El padre Andrés Poblete LC fue quien me ofreció participar, pero realmente lo decidí al escuchar los testimonios de cómo uno entraba y después salía del cursillo. También me habían hablado mucho de México y quise conocer y tener una nueva experiencia
¿Qué fue lo que más te gustó?
Las actividades que más me gustaron fueron las misiones, ya que desde muy pequeño participo en ellas. Misionar en otro país es algo completamente nuevo porque por mucho que lo hayas hecho antes, las historias y las realidades son diferentes. Todo cambia.
También me gustó el retiro en silencio en Chilapa. Me ayudó muchísimo a pensar en mi futuro desde ese punto de mi vida.
¿Con qué mensaje te quedas?
Me quedo con demostrar que ser cristiano vale la pena ya que me recuerda a mí mismo a no avergonzarme de mis creencias y ser ejemplo para otros.
¿Qué significa el ECYD para ti?
Significa muchas cosas. Hay tiempos, donde puede ser una carga; otros, en los que realmente no sé si estoy hecho para esto, pero a lo largo de los años me he dado cuenta de cuánto me ha aportado. El ECYD es un estilo de vida, un camino y una familia.
¿Qué te ha entregado el ECYD?
Me ha entregado muchas cosas, pero la más importante es la relación tan cercana con Dios y con los demás.
¿Qué te gustaría hacer con lo aprendido en México?
Quiero hacer muchas cosas. He empezado a trasformar mi vida para estar cada vez más cerca de Dios. Quiero poder ser un ejemplo de un joven cristiano, demostrar lo feliz que se puede llegar a ser con Dios a mi lado y llevarlo a cuantas personas sea posible, a través del ejemplo.