“Con mi hijo mayor teníamos la inquietud que una vez que salían del colegio quedaban un poco solos en su relación con Cristo”, comenta María Ignacia Lewin. Buscó diferentes opciones hasta que conoció a un matrimonio mexicano que realizaba este retiro en Guadalajara, quienes los invitaron. Viajaron con un mini equipo para vivir la experiencia que luego trajeron a Chile.
Este año se realizó la tercera versión, en la que participaron 56 jóvenes, a quienes se les denominan “caminantes”, quienes son atendidos durante el transcurso del retiro por un grupo de personas, llamadas “servidores”, pues están tras bambalinas para que todo salga bien y puedan tener una gran vivencia durante su retiro. “Evitamos dar mucha información sobre su programa y metodología porque es un formato único que se mantiene en el tiempo. La idea es no adelantar nada para que realmente sea una experiencia única, como se diría hoy, no queremos spoilear”, señala María Ignacia.
El mensaje central que hay detrás de Search es que “nadie fuera de Cristo podrá darnos la verdadera felicidad”. Sus creadores explican que esta instancia nace con el objetivo de transformar el mundo. “Así surgió la idea de crear un retiro, pero no podía ser un retiro cualquiera, debíamos asegurarnos que todo aquel que viviera esta experiencia tuviera una transformación tan fuerte que lo llevara a querer cambiar”, explican en su sitio web .
Search es una instancia abierta a universitarios y jóvenes que recién han ingresado al mundo laboral, quienes pueden provenir de otros movimientos o carismas. “Debíamos unir diversión y formación, emoción y amistad, testimonios y actividades experienciales. Sabíamos dónde estaba la meta, pero desconocíamos los escalones que nos llevarían a ella. Y fue ahí, en ese preciso instante que nos dimos cuenta que nuestra vida es una eterna búsqueda, y que lo más importante será conocer nuestra meta para que cuando nos sintamos perdidos levantemos la mirada y sepamos en qué dirección buscar. Es por esto que decidimos bautizar el retiro como Search” relatan en el sitio. Quienes realizan el retiro reciben un acompañamiento, por algunas semanas, para ayudarlos a decantar en su vida diaria lo aprendido.
“Fue una experiencia impactante, realmente no me lo esperaba. Fue algo totalmente distinto a lo que yo había vivido en término de Fe y me gustó mucho. Es muy dinámico y llega a cada uno a su manera. Es una forma de descubrirse y en la que Dios juntó a gente precisa, en un momento preciso, en un lugar preciso e hizo el milagro más grande que he sentido en mí que es darme ese vínculo con Él”, reflexiona José Pedro Kappes.
“Fue un encuentro con una comunidad de jóvenes católicos que hacía tiempo estaba buscando. Es una ayuda gigante para seguir, con mucho ánimo, luchando por mi vida de fe. Me ha ayudado a ver con ojos más felices todo mi día a día, desde que salí del retiro”, afirma María Cousiño.