Con un testimonio profundamente arraigado en la vivencia personal y espiritual, el P. Pablo Solís, LC, comparte en esta entrevista los hitos de su vocación, su visión sobre el presente del Regnum Christi en el Cono Sur y los desafíos que enfrenta en su nueva misión como Director Territorial de los Legionarios de Cristo en Chile y Argentina.
El Regnum Christi como vocación y familia
Para el P. Pablo, el Regnum Christi no es simplemente un camino dentro de la Iglesia: es, ante todo, un don. “Es el medio que Dios puso en mi camino para descubrir mi vocación de apóstol al servicio de su Iglesia, a pesar de mi miseria”, expresa. A través de esta espiritualidad, conoció a un Cristo cercano, amigo y compañero de batallas, una presencia que marcó profundamente su vida.
Pero también lo define como familia: “Me regaló hermanos y hermanas con los que comparto una vocación y una misión: hacer presente el Reino de Cristo con nuestro testimonio de vida y acción apostólica”.
Su historia vocacional: de ingeniero a sacerdote
El camino hacia el sacerdocio no fue inmediato. Formado en colegios del Regnum Christi, desde joven conoció a los legionarios y sintió una fuerte admiración por ellos. “Me llamaba la atención esa figura de sacerdote joven y entregado, enamorado de Cristo y dispuesto a dar la vida por Él”, recuerda.
Sin embargo, aceptar su vocación fue un proceso difícil. Estaba feliz con su vida universitaria, su relación de pareja, su trabajo y amistades. Fue a los 24 años cuando el llamado de Dios volvió con fuerza. “Me di cuenta de que mi felicidad estaría en estar más unido a Él y entregarle mi vida para colaborar en la salvación de las almas”, explica. A los 27 años dejó su carrera en ingeniería industrial y un trabajo consolidado en empresas multinacionales para ingresar a la Legión de Cristo.
Una misión marcada por los jóvenes
La pastoral juvenil ha sido el centro de su ministerio sacerdotal. Acompañar a los jóvenes en su camino de fe lo apasiona profundamente. “Me encanta ayudar a que las personas descubran en Jesús el sentido de la vida, el camino auténtico a la felicidad. Esa es la razón de todo lo que hacemos”, afirma.
En este recorrido, también ha conocido matrimonios ejemplares que lo han inspirado por la belleza de su vocación y su testimonio de vida.
Antes del nuevo encargo
Antes de ser nombrado Director Territorial, el P. Pablo ejercía como director de la sección de jóvenes masculina del Regnum Christi en la zona poniente de Ciudad de México. Además, era encargado de la pastoral juvenil del territorio de México y Centroamérica, consejero territorial y vice superior de comunidad. Su experiencia incluye también formación y misión en países como España, Estados Unidos e Italia.
Un llamado inesperado
El nombramiento como Director Territorial fue una sorpresa. “No esperaba un cambio de misión ni de territorio, y mucho menos para asumir un encargo como este”, confiesa. Sin embargo, al conocer el territorio —que incluye Chile, Argentina, Perú y Paraguay— se sintió profundamente animado por el potencial que encontró: “He descubierto gran entusiasmo y mucho potencial para seguir creciendo en la evangelización”.
Desde que asumió, ha consagrado su ministerio a la Sagrada Familia, y encuentra paz en la certeza de contar con su compañía y protección.
Desafíos y horizontes pastorales
El P. Pablo identifica varios desafíos relevantes para los Legionarios de Cristo en la región. En primer lugar, destaca la necesidad de una constante renovación interior: “Estamos siempre en camino hacia la santidad, y ese desafío no termina nunca”.
Asimismo, considera prioritario impulsar con mayor claridad la misión específica de la Legión dentro del Regnum Christi, especialmente a través de sus obras educativas, secciones y apostolados. “Estamos llamados a hacer presente a Cristo buen pastor entre los miembros del RC y en la sociedad”, sostiene.
En relación con el Plan de Acción 2025–2027, considera esencial fortalecer la identidad sacerdotal y comunitaria de los legionarios para evangelizar con mayor autenticidad. “En la medida en que podamos aportar desde una identidad clara, lo demás se dará”, asegura.
Comunión: un don que se recibe
Para él, la comunión entre las vocaciones del Regnum Christi no depende únicamente del esfuerzo humano. “La verdadera comunión es fruto del Espíritu Santo”, afirma. Su objetivo es que los legionarios vivan con el principio claro de permanecer unidos a Cristo, pues de esa unión brota también la unidad con los demás.
Un corazón entregado a Cristo
Lo que lo motiva día a día es la certeza de pertenecer a Cristo. “Me motiva el ideal de entregar mi vida a Cristo a través de los demás y poder servirle dónde y como Él me necesite”. Asume su vida como una entrega confiada a la Providencia, y encuentra en ello una fuente inagotable de alegría.
Entre sus devociones más profundas está la Sagrada Familia. Se siente particularmente acompañado por Jesucristo, María y San José, además de otros santos como san Francisco de Asís y san Ignacio de Loyola. Algunas frases lo guían con especial fuerza:
“Soy lo que soy delante de Dios y nada más” (San Francisco de Asís),
“Conviene que Él crezca y yo disminuya” (Jn 3,30),
“Pasó haciendo el bien” (Hch 10,38),
y “Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (Evangelii Gaudium, 1).
Una misión que quiere compartir
Finalmente, desea que los miembros del Regnum Christi sepan que su servicio nace de un deseo auténtico de ser instrumento del Señor. “Mi único deseo es servir a su Iglesia a través de nuestra familia espiritual, que es el Regnum Christi”.