Dominga Fernández, alumna de II° medio del colegio Everest de Santiago, fue este verano colaboradora del movimiento Regnum Christi en Sevilla, España. Allí su labor fue principalmente cooperar en las actividades del ECYD para niñas de 11 a 15 años, apoyando a las consagradas en las distintas actividades, donde Cristo y el servicio a los demás fue la motivación central de sus vidas. Una experiencia inolvidable que comparte con nosotros. No te pierdas este testimonio de entrega y generosidad.
¿Qué te llevó a decidir a servir a los demás en estas vacaciones?
\”Desde el principio esta experiencia me llamaba la atención ya que había escuchado de colaboradoras que habían ido o venido otros años, que era una experiencia increíble y que valía la pena ya que uno daba muy poco, entregando un tiempo del verano, pero uno recibía mucho más. Estuve averiguando sobre el tema y decidí irme\”.
¿Cuáles fueron los mayores frutos?
\”Creo que los mayores frutos fueron los que yo logré ya que crecí mucho en todos los sentidos. Las experiencias y la oración me ayudaron a resolver conflictos internos o aconsejarme en ámbitos que no esperaba. Siento que madure mucho y aprendí a valorar y disfrutar lo simple. Al irme pude darme cuenta que tengo mucho para entregar y qué defectos debo corregir. Al final creo que la gran ganadora en esta experiencia fui yo ya que aunque dejé un verano para el servicio del resto, gané una experiencia y un aprendizaje que me servirá como un motor en mi vida. Lo que sí pude ver cómo un logro tangible fue el fuego que pudimos despertar en las niñas de nuestra edad, motivándolas a realizar más actividades relacionadas con el ECYD y al servicio al prójimo\”.
¿Volverias a hacerlo?
\”Si es que pudiera, creo que si lo volvería a hacer y tendría más claro a lo que iría y aprendería. De todas maneras lo que más me llamaría a volver sería compartir con las niñas del colegio, aprender de ellas y mutuamente. Ahí cree lazos muy buenos y sanos con los que nunca uno termina de aprender\”.