Regnum Christi Chile

ENTREVISTA | Florencia Vicuña, consagrada del Regnum Christi: “Nuestro carisma es un regalo que nos centra en el amor alegre y misericordioso de Jesús, y nos compromete con Dios y con los demás en la evangelización de la sociedad”

Ha sido un encierro muy enriquecedor para Florencia Vicuña en lo espiritual y apostólico. Este año celebró 30 años de su consagración a Dios. Es una persona que utiliza activamente las redes sociales como un medio de evangelización a distancia y como una forma de alimentar el espíritu y subir el ánimo a sus amistades durante el confinamiento. Y, sobre todo, es una convencida que la vacuna vital que debemos promover en esta pandemia es una amistad real, profunda y sincera con Cristo. ¡Una imperdible entrevista en cuarentena!

Este año cumpliste 30 años desde tu consagración a Dios, ¿cómo fue la experiencia de vivir esa fecha tan importante en cuarentena?

“¡Uf! Yo tenía planeada una linda misa y un almuerzo para agradecer y celebrar con mi familia, amistades y muchas personas queridas del colegio San Isidro. Bueno, Dios quiso algo más íntimo, y así fue. Y lo agradezco, porque me permitió centrarme más en Él. Tuvimos una misa preciosa, celebrada por mi amigo, el padre Gonzalo Franco, y luego vinieron una cascada de muestras de cariño y alegría por parte de las consagradas y colaboradoras de mi comunidad: un desayuno delicioso, un comedor decorado con mis colores favoritos (logo de Juventud y Familia Misionera), rezamos un rosario ante Jesús Eucaristía con muchos que se unieron en  YouTube; me llegaron muchas flores y saludos, incluso de grandes amigos y amigas  de otros países (México, USA), donde Dios me ha llevado a sembrar su palabra, y terminamos con música, canto y baile, ¡algo que me encanta!”

En este tiempo de confinamiento comenzaste a utilizar activamente las redes sociales como un medio de evangelización a distancia, ¿cómo nació la idea de hacer los videos del Sagrado Corazón de Jesús o de las bienaventuranzas? ¿Quedaste satisfecha con la acogida que tuvieron?

“Soy un ser relacional, me vigoriza estar con personas, dialogar, sufrir y gozar juntos. Ante el encierro, vi en los medios un espacio para encontrarme con gente, escuchar, compartir y apoyarnos mutuamente. Dios es increíble, demasiado “goal achiever” y dijo “esta es la mía”: aparecieron muchos grupos de jóvenes que querían un tiempo para estar con Dios, compartir sus experiencias humanas y espirituales con sus amigos (as) y además surgieron niñas que querían acompañar y formar a otras… ¡la multiplicación de los apóstoles de Jesús! Y yo sólo recé y estuve ahí para apoyar y guiar. Las reflexiones sobre las bienaventuranzas en la vida de Jesús, fue algo que El me pidió para mí, para yo celebrar con mayor alegría y gratitud la fiesta de su Sagrado Corazón. Luego me invitaron a compartirlas. ¿Acogida? No creo que hayan sido un “boom” (quizá muy largas para muchos), pero yo las gocé en mis momentos de oración. Y a quien le ayudó, bendito sea Dios”.

Durante la crisis sanitaria también descubriste TikTok, ¿qué te llamó la atención de esta red social? ¿Cómo crees que puede ser una herramienta para aportar a la evangelización digital? O, ¿es solamente por un tema de diversión y salud mental durante el encierro?

“¿La verdad? Me fascina bailar y actuar. De hecho antes de saber de la existencia de esta aplicación yo hacía videos musicales y bailaba. Lo hago por diversión, son una terapia (la mejor después de mis tiempos con Jesús y de una buena conversa). Obvio que puedes combinar esta diversión para compartir mensajes que alimenten en espíritu y suban el ánimo. Creo que es muy bueno evangelizar desde un corazón alegre, porque está lleno del amor de Dios”.

¿Cómo estás utilizando la tecnología para para continuar tu labor evangelizadora con los equipos de reino o para realizar las clases de teología del cuerpo en Buin?

“Esto ha sido genial. Antes de la cuarentena el Reino niñas de Buin consistía en tres equipos que tenían encuentros con Cristo esporádicos, algunas Horas Eucarísticas, misiones de Semana Santa y unos pocos retiros. Hoy hay siete equipos, se reúnen mucho más seguido, tenemos un grupo de responsables de equipo espectacular y han aparecido nuevos apostolados… la semilla de mostaza ha crecido y ya es un árbol donde muchas pueden descansar y alimentarse. La teología del cuerpo es un regalo de Dios para cada persona de este planeta. Es un mapa para viajar a nuestro origen, comprender nuestra historia y conocer nuestro destino. Un viaje liderado por el gran diseñador del universo, por nuestro creador. Nos cuenta la historia de amor más potente de la existencia humana, la historia de Dios y el hombre (y la mujer obviamente). Estoy compartiendo este tesoro con los cuartos medio del Colegio San Isidro y en grupos de amigas que quieren profundizar en este tema. Las redes nos dan una plataforma un lugar de encuentro de más fácil acceso (no necesitas transporte ni tiempo para llegar al lugar de encuentro), por lo que la presencia de los participantes es periódica. Esto no suple la riqueza de los encuentros presenciales, pero abre la oportunidad a un mayor número de personas. Creo que en el futuro sería positivo combinar las dos formas”.

¿Qué mensaje les darías a los miembros del Regnum Christi en estos momentos tan difíciles para todos?

“¡Uf!, quien soy yo para dar consejos en estos momentos. Esta pandemia me ha costado mucho, sobre todo por tanto sufrimiento de otros, la soledad, el no poder estar con quienes tanto quieres, las carencias humanas, espirituales y materiales… les compartiría lo que me digo a mí misma: qué regalo más grande hemos recibido a través del Regnum Christi. Un carisma de amor alegre, abierto, y compromiso con Dios y con los demás en la evangelización de la sociedad. Tenemos la misión de promover una “vacuna” vital, que es la amistad con Cristo, una amistad real, profunda y sincera. La amistad con Cristo nos da vida en abundancia, mata el virus del egoísmo, virus mucho más peligroso que el Covid-19. Por eso creo que hoy nuestra prioridad es el exponernos a Cristo, en una oración real, en la lectura del evangelio, para llenarnos de Él y luego ir al encuentro de otros y no sólo evangelizar con el ejemplo sino también hablar de Él, porque hemos hablado con Él y nos ha regalado palabras de vida eterna”.

¿Qué llamado le harías a la sociedad chilena para que se mantuviera unida y esperanzada ante esta crisis sanitaria?

“Les diría: ¡maduremos! Dejemos la adolescencia cívica, seamos honestos y dejemos de lado nuestros intereses y ambiciones personales y demos razones para confiar unos en otros. Optemos por lo esencial y prioritario, miremos al otro como nuestro hermano-hermana y busquemos su bien, dispuestos al sacrificio y renuncia personal. Recemos para que nuestra alegría esté en ver a nuestro prójimo feliz y en paz, porque somos todos hijos de un mismo Padre, Dios nuestro Señor”.

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