Guaguas en coche, niños, jóvenes e incluso algunos adultos mayores se reunieron a los pies del Cerro San Cristóbal para, como apostolado del Regnum Christi, visitar a la Virgen. “Siempre peregrinar deja una experiencia que nos nutre para la vida, porque es un reflejo del camino hacia el Padre”, afirma Matilde Gómez, de la localidad de Colina y apoderada del Highlands.
Las más de 300 personas se demoraron tres horas en llegar a la cima, pues hicieron paradas para reflexionar en torno a la imagen de la Virgen del Carmen, hecha en mosaico por la artista chilena Francisca Claro, y que está en los jardines del Vaticano. En las estaciones se abordó como tema el escapulario que tiene la Virgen, su manto y la corona. Al final del recorrido tuvieron una misa en el interior de la Iglesia, que fue llenada por las familias peregrinas.
Esta iniciativa surgió de una tradición que ya tenía la comunidad de Familia Misionera del Colegio Highlands, de ir una vez al año, en peregrinación a la Virgen del cerro San Cristóbal como una instancia de comunión y encuentro con Dios y María. Fue Elisa Prieto, consagrada del RC, quien tomó sugirió organizar esta actividad como Familia Misionera de varias localidades. Para eso, el consejo de Familia Misionera trabajó con semanas de anticipación en el material que utilizaron y en la convocatoria, bajo la coordinación de Soledad Ávila. “Fue preciosa. La idea es que se instaure como un hito de Familia Misionera, todos los años”, explica Francisca Barranco, de FM de Colina. En esta oportunidad participaron las comunidades del Colegio Mano Amiga San Juan Diego, del Cumbres, Everest y Highlands.
Algunos testimonios
Matilde Gómez, apoderada del Colegio Highlands, localidad de Colina:
“Toda peregrinación siempre deja una experiencia que nos nutre para la vida, porque es un reflejo del camino hacia el Padre. Al poder peregrinar junto como Familias Misioneras, se nos muestra que hay una comunidad viva, donde uno sale renovado en la fe, a pesar del cansancio del cuerpo”.
Macarena Larrañaga, apoderada del Colegio Cumbres, localidad de Las Condes:
“Fue preciosa. Organizada con mucho cariño y muy pensada en los niños. Cada familia tenía su imagen de la Virgen Del Carmen y en cada estación tenían un stiker con el escapulario, el manto y la corona. Terminamos con una misa muy significativa en la capilla del Cerro San Cristóbal. Fue un regalo peregrinar y encontrarse junto a otras familias del RC y hacer Iglesia juntos a los pies de la Virgen”.