Francisca perteneció al grupo de jóvenes con que comenzó el Regnum Christi en Chile, en los tiempos en que el Padre Mariano de Blas LC, viajaba desde México para atender a un grupo de alumnas del Villa María, que quería ahondar en nuestro carisma
Francisca Rasmussen está casada con Fernando Valenzuela con quien tiene 38 años de matrimonios y cinco hijos entre los 37 y 25 años. Sus inicios en el Regnum Christi son en sus años de colegio, pues dos cursos más arriba estaba Paca Rodríguez, quien había vivido en México y había comenzado a dar “Pláticas”, una actividad de formación que ella misma había tenido en México y las estaba replicando por el interés que había surgido de su propio testimonio.
¿Qué fue lo que te atrajo del Regnum Christi?
A los 15 años, período de esa búsqueda permanente de todo, me invitaron a escuchar esas pláticas y las encontré entretenidas, diferentes. Una espiritualidad aplicable a la vida cotidiana, desafiante y dadas por jóvenes un poco mayor que yo. Mi grupo éramos todas compañeras de curso y además amigas, combinación muy buena, para esa edad y con almas deseosas de conocer más a Cristo y vivir una vida a la mano de Él.
¿Qué ha significado para ti el Regnum Christi?
Ya son bastantes años, toda una vida. La verdad es que nunca me he planteado otra cosa, es lo que conocí, me acomodó, me gustó y siento que Dios me llamo a través de él. El Regnum Christi ha sido una bendición, me siento privilegiada.
No me imagino mi vida sin él, pues ha sido mi pilar en mi vida espiritual. Conocerlo desde sus inicios acá en Chile, ser fundadora, es una gran responsabilidad, orgullo y alegría ver cómo ha ido creciendo, los cambios y los problemas que hemos tenido.
El Regnum Christi ha sido mi pila y principal motivación en mi vida espiritual. Es parte de mi ADN, lo que me ha servido cómo persona, cristiana, señora, mujer, mamá y amiga.
¿Qué te ha entregado el Regnum Christi en estos años?
Todo: formación, entrega, amor a Dios y a las almas, a la iglesia y los sacramentos. Espero haberlo trasmitido a los que me rodean, y sobre todo a mi vida espiritual.
