El Santo Padre se reunió con 300 jóvenes de los cinco continentes en preparación para la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se realizará en octubre de este año. Al finalizar el encuentro, que se llevó a cabo en el Pontificio Colegio Internacional “Maria Mater Ecclesiae” y que contó con la presencia del estudiante chileno Germán Villarroel, los asistentes presentaron un documento a los padres sinodales en donde expresan su sentir, sus ideas y sus propuestas sobre temas como la juventud, su relación con la fe y el discernimiento vocacional.
Durante su encuentro con los jóvenes en la reunión pre sinodal de este mes, el Papa Francisco llamó a que la Iglesia Católica redescubra un dinamismo juvenil renovado a partir de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos cuyo tema central es “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. El Sumo Pontífice pidió a los asistentes dejar la vergüenza fuera de la puerta para ser protagonistas del viaje sinodal y recordó que a menudo son los jóvenes quienes vuelven a abrir la puerta de la esperanza en tiempos de crisis. Los cerca de 300 jóvenes de todo el mundo que asistieron a la reunión atendieron el llamado del Santo Padre y presentaron un documento que será una de las bases de la discusión que sostendrán los padres sinodales en octubre próximo en la ciudad de Roma.
El documento aborda temas como los desafíos y oportunidades de los jóvenes en el mundo actual; la formación de su personalidad; sus ideas sobre la diversidad y la tecnología; su relación con la fe y Jesús; los instrumentos principales para la nueva evangelización; y la acción educativa y pastoral de la Iglesia Católica. En la confección de este escrito participó un chileno. La Comisión Nacional de Pastoral Juvenil, por encargo de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal, nombró a Germán Villarroel, antofagastino de 29 años que cursa sus últimos años de Psicología en la Universidad Católica, como representante de Chile en este encuentro pre sinodal. Antes de partir a Roma, entregó su testimonio sobre las opiniones que recogió en sus diálogos con jóvenes de todo el país.
“Llevo la voz de una juventud diversa en sus necesidades, que tiene muchos deseos de ser acompañada, de ser reconocida, de ofrecer maneras de evangelización novedosas, creativas, y que quiere conversión en la Iglesia permanente al modo de Jesús. También la voz de aquellos que no están dentro de la Iglesia como estructura eclesial, donde también hay un fuerte deseo de fraternidad, de transparencia, de formación, de una vida plena y tranquila, de un futuro mejor, mejor educación y condiciones dignas. Y sobre todo creo que me llevo la voz de una juventud que desea hacer conversión en la Iglesia, como dijo el papa Francisco en el encuentro con los jóvenes en Maipú, una juventud que se está atreviendo cada vez más a hacer los cambios que el mundo y la Iglesia necesita, y que nos puedan reconocer como legítimos interlocutores de aquello que no nos gusta o no nos hace sentido”.
Fuente: Comisión Nacional de Pastoral Juvenil CECh; Iglesia.cl y vaticannews.va