Ser miembro del Regnum Christi significa pertenecer a una familia espiritual que comparte un mismo carisma. Todos de alguna manera hemos tenido la experiencia de Cristo que ha salido a nuestro encuentro y nos ha revelado el amor de su corazón. Es Cristo quien nos reúne para formar comunidades de fe dónde Él es el maestro que nos forma como sus apóstoles y nos envía al mundo para hacer presente su reino entre los hombres.
Los nuevos estatutos de la Federación Regnum Christi pretenden custodiar y desarrollar el carisma y la misión compartida de las distintas vocaciones: Legionarios de Cristo, Consagradas, Laicos consagrados y los miembros laicos. Todos animados por el mismo Espíritu, formamos parte de un mismo cuerpo apostólico, de una misma familia espiritual que colaboran conjuntamente por la extensión del Reino de Cristo en los corazones de los hombres y de la sociedad.
Este camino de renovación es un compromiso de todos quienes pertenecemos a esta familia espiritual, siendo conscientes que nuestro carisma es un don de Dios para el servicio de la Iglesia. Escuchemos la voz del Espíritu Santo y dejemos que el Reino de Cristo crezca y se desarrolle en nuestros propios corazones, para que así podamos salir al encuentro de nuestros hermanos, sobre todo de los más necesitados.