Durante la primera semana de las vacaciones de invierno, del 9 al 16 de Julio, 110 estudiantes de la universidad participaron como voluntarios en misiones de evangelización y trabajos de construcción.
Ambos proyectos hacen parte de la Vicerrectoría de Formación Integral de la Universidad Finis Terrae, la cual busca “busca promover en la comunidad universitaria, la formación de personas íntegras que, por su preparación intelectual y profesional, por su formación humana, espiritual y por su conciencia social, sean agentes de transformación de la sociedad y de la cultura conforme a los valores cristianos.”
Las misiones solidarias, se realizan a través de la Dirección de Pastoral. En este proyecto participan estudiantes de diversas carreras, tanto diurnas como vespertinas de la universidad y se realizan durante las vacaciones de invierno y de verano. Este invierno, se realizaron en la comunidad de Batuco, en la comuna de Lampa, lugar que han misionado por segundo año consecutivo. Participaron más de 30 estudiantes, quienes dedicaron esta semana a visitar las casas de la comunidad, a realizar talleres y catequesis con niños y apoyar el hogar de adulto de mayor de las Hermanas de la Caridad.
Además de apoyar en la labor evangelizadora de la zona, los alumnos reciben formación espiritual, tienen momentos de oración y de formación que les ayude a profundizar en el encuentro personal con Cristo. Según Angélica Herrera, directora de la pastoral, “las misiones promueven un ambiente de compañerismo y facilitan la creación de vínculos de amistad y apoyo entre los misioneros, transformándose en una comunidad de apóstoles, donde puedan desarrollarse en conjunto y generar un sentido de pertenencia.”
Los trabajos de construcción son liderados por la Dirección de Compromiso social, que también hace parte de la Vicerrectoría de Formación Integral. Esta área de la Universidad busca instaurar una cultura solidaria en la comunidad universitaria y crear canales de vinculación con el medio. Uno de sus proyectos más emblemáticos son los trabajos de construcción. Este invierno, participaron cerca de 70 miembros de comunidad universitaria, quienes estuvieron en la comunidad de los Molles, en la comuna de La Ligua. Los participantes se vinculan con la comunidad a través de los trabajos de construcción y reparación de espacios comunitarios, como la sala de la junta de vecinos, la elaboración de un mural en la escuela y la transformación de una bodega en una enfermería para los pescadores del lugar. También se realizaron talleres operativos, como capacitación de redes sociales y marketing para los emprendedores, asesoría en finanzas para postular a fondos, talleres de psicología y talleres de primeros auxilios. Se realizaron dos operativos de parte de los alumnos de internado, uno de odontología y otro de kinesiología.
“Estamos instaurando una cultura de solidaridad entre los alumnos. La comunidad se ve favorecida de lo que nosotros hacemos cuando nos vinculamos. No se trata sólo de ir a construir, sino que se sigue visitando, se hacen convenios etc. Una comunidad se ve impactada favorablemente cuando se aborda desde distintos ángulos: desde el área de medicina, de psicología, el arte, etc. El impacto es mayor cuando es algo colaborativo e integral”, afirma Malanie Galvéz, directora de compromiso social de la universidad.
Tanto las misiones como los trabajos solidarios pretenden promover lo propio de la universidad que es la formación integral de los alumnos. “Muchos estudiantes participan de ambos programas (misiones y trabajos), son áreas complementarias que hacen sinergia. La idea de fondo es formar integralmente a los estudiantes, más allá de la actividad o programa específico del que participen”, afirma Angélica Herrera. En los trabajos hay formación, pero no es expresamente católica, sin embargo, uno puede llevar a lo otro “los trabajos es la estrategia a través de la solidaridad que los puede llevar a una conversión. Desde la solidaridad nace el encuentro. Es el camino para el alumno que no está convencido para llegar a algo más profundo”. Melanie Gálvez, directora de compromiso social de la universidad.
En ambos casos, los alumnos ponen a disposición sus conocimientos profesionales al servicio de una comunidad, formando en ellos “agentes de cambio y de transformación positiva para la sociedad”.