Más de 1.700 personas se preparan una vez más para llevar la alegría del mensaje de Cristo a distintos rincones de Chile. Este año estos jóvenes y familias del Regnum Christi apoyarán el trabajo espiritual y apostólico de las parroquias de localidades como Limache, Melipilla, Olmué, Los Andes, La Calera, Curacaví y San Vicente. Pero, ¿qué motiva a estos misioneros a entregar a los demás parte de su tiempo durante Semana Santa? ¿Qué reciben de su experiencia en misiones? ¡Conoce algunos de sus testimonios!
Constanza Reinike – Familia Misionera Las Condes
“Es difícil imaginar Semana Santa de otra manera después de una experiencia conmovedora y tan difícil de explicar con palabras. Yo sentía que no estaba preparada para ir, que no tenía mucho que “entregar”, pero finalmente la paradoja es que uno entrega bien poco y es más lo que uno recibe durante esos días. Cada misión es una experiencia nueva, cada año te inspira o te conmueve algo distinto al año anterior. Es también tener la posibilidad de vivir este momento en familia, con tus niños chicos (yo he ido embarazada, con guagua, etc.) y dejarles este ejemplo que es una experiencia invaluable que estoy segura recordarán toda su vida”.
María Paz Alessandri – Juventud Misionera Las Condes
“A mí me encantan las misiones porque siento que son la mejor manera de sentarte frente al Cristo que hay en cada persona, desde esa señora o señor que llegaste y se abrió completamente a ti, hasta esa persona dolida que no quiere hablar pero que necesita de tu oración. Misionando entregamos simplemente a Jesús, siendo solo un instrumento suyo y nos llevamos un corazón lleno de anécdotas, experiencias y amor de este padre que quiere llegar a cada persona de cada pueblo que encontremos en el camino. Yo misiono para compartirlo, si yo pude conocer su grandeza y amor porque no hacer que más personas puedan verlo”.
Oscar Molinos – Juventud Misionera La Dehesa:
“El sentido de misionar, hacer un voluntariado o cometer una acción social te hace sentir que eres alguien que aporta en el mundo, que lo mejora un poco de cómo te lo encontraste, llegando a acostarte con el corazón cansado”.
Michelle Vilches – Alumna del Colegio Santa Teresa de Jesús de Los Andes
“Yo voy a misiones este año porque quiero ayudar, entregar, comprender y servir al estilo de Jesús, quiero tratar de ayudar a las comunidades sin fe a encontrar el camino, a servir a las personas que se puedan sentir solas o desamparadas, a darles un mensaje de esperanza y liberación, de una manera entretenida y de la mano con Cristo”.
P. Javier Ayala, L.C. – Sección de Jóvenes La Dehesa
“Las primeras misiones que recuerdo las viví a principios del verano cuando estaba en 8° básico. Fui con mis amigos y marcaron mi vida. Al volver a Santiago me acompañó un sentimiento de paz y alegría profundo. ¿Por qué estoy tan feliz? me preguntaba. Me di cuenta que mi fe había crecido porque “la fe crece dándola” y aprendí mucho del servicio y de la gente sencilla. Era la primera vez que me dejaba seducir por la “alegría del Evangelio”.