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Ordenaciones Diaconales LC: «El diácono tiene la misión de recordarnos el misterio de Dios humilde»

Este sábado 13 de mayo Cardenal Angelo Comastri, Arcipreste de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano y Vicario General de Su Santidad, el Papa Francisco, ordenó diáconos a siete seminaristas diocesanos del Pontificio Colegio Internacional Maria Mater Ecclesiae (PCIMME) y a seis Legionarios de Cristo en el altar de la Cátedra de San Pedro en la Basílica Vaticana.

La celebración, enmarcada en el XXV Aniversario del PCIMME, contó con la participación de un gran número de sacerdotes legionarios y algunos sacerdotes diocesanos y religiosos, los seminaristas del PCIMME, los legionarios de las comunidades de Roma, las consagradas del Regnum Christi y los laicos consagrados que viven en Roma, así como familiares y amigos de los nuevos diáconos y algunos miembros del Regnum Christi de Italia.

\"ordenaciónLos nuevos diáconos son: de la Congregación de los Legionarios de Cristo, los padres Michael James Baggot (Estados Unidos), José Rigoberto Cano (México), Sadrac Salvador Hernández (México), Marcos Gerardo Salazar Márquez (México), Rodrigo Martínez Murillo (México), y Luis Gustavo D’Suze Santos (Venezuela); de la diócesis de Neyyanttinkara, India, los padres Bruno Xavier y Lijo Francis Saji Pushpam; de la arquidiócesis de Trivandrum, India, los padres Davidson Jestus y Manish Peter; de la Obra María Madre y Reina de la Unidad, Ecuador, el padre Eddy Alejandro de la Torre Hurtado; de la arquidiócesis de Abuja, Nigeria, el padre Peter Ehinomhen Okojie; y de la diócesis de Sonsón-Rionegro, Colombia, el padre Sebastián Toro Toro.

«Agradecemos a Dios el don de estos nuevos diáconos para su Iglesia. El Señor, que guía nuestros pasos y nuestra historia, conoce bien el significado de esta celebración, en la cual recordamos los esfuerzos, el trabajo, los sacrificios y la generosidad de estos nuevos diáconos y de sus formadores y compañeros», comentó el padre Óscar Turrión, rector del Pontificio Colegio Internacional Maria Mater Ecclasiae.

Galería de foto de las ordenaciones diaconales se puede ver aquí.

A continuación transcribimos la traducción al español de la homilía que pronunció el Card. Angelo Comastri.

El Evangelista Juan, al final de su admirable prólogo, afirma algo que a primera vista parece impresionante, pero es verdad. Juan dice: «A Dios nadie lo ha visto jamás» (Jn 1,18). Y es verdad. Podemos ver las huellas de Dios, los efectos de la presencia de Dios, pero no podemos ver el rostro de Dios.

Hay un salmo, el salmo 18, que dice: «El cielo proclama la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos». Justamente un gran científico, Isaac Newton, decía que bastaba mirar el cielo lleno de estrellas para quedar encantado frente al universo. Se necesita ser ciegos para no reconocer al autor, se necesita ser ingenuos para no adorarlo. Se ven los efectos, pero no se ve el rostro de Dios. Carlo Linneo, un gran botánico, tal vez el más grande botánico de todos los tiempos, decía: «Cuando estudio las flores veo la firma de Dios y casi entreveo el paso de Dios». Pero Dios no se ve.

Juan decía: «Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre». Él nos ha contado acerca de Dios. Él nos ha revelado a Dios. Jesús, y este es el corazón de nuestra fe, es el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, asumió nuestra humanidad para contarnos, con su humanidad, el misterio de Dios, hacérnoslo ver.

Queridos hermanos y hermanas, Jesús nos ha revelado una característica de Dios que ninguno podía imaginar, nos ha hecho conocer una característica de Dios que ninguna religión podía pensar en absoluto. Jesús nos ha revelado que Dios es humilde. Es impresionante esta característica de Dios.

Ya Isaías, en el Antiguo Testamento, nos refiere una pregunta, un interrogante de Dios que es este: «¿Hacia quién volveré la mirada?» (Is 66,2) Y Dios responde: «Sobre el humilde» (Is 66,2). Evidentemente porque Dios y el humilde se atraen connaturalmente. La vida de Jesús es toda una revelación de la humildad de Dios. La humildad que hace parte del amor. Es una característica irrenunciable del amor.

En Belén lo vemos lleno de humildad. Los ángeles dicen a los pastores que vayan a Belén: «Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,12) Este es el trono en el cual Dios se ha presentado en el mundo, porque Dios es humilde.

En la última cena, además, Jesús comenzó a lavar los pies a los discípulos. Pedro mismo no está preparado frente a este gesto y reacciona diciéndole a Jesús: «¡Tú jamás me lavarás los pies a mí!» (Jn 13,8) Es decir, no te acepto en esta humildad. Pero Jesús le responde: Pedro, «si yo no te lavo, entre tú y yo se abre un abismo» (cf. Jn 13,8). Es decir, si no aceptas esta característica de Dios, que es irrenunciable, tú no entiendes nada de Dios. Pedro probó dificultad, pero logró acoger el misterio de Dios humilde.

Queridos diáconos, tenéis la tarea de recordarnos esta característica de Dios. Todos somos tentados, el orgullo está siempre a la puerta. El diaconado tiene esta maravillosa misión: recordarnos que Dios es humilde, recordarnos que Jesús vino a servir y a dar la vida. ¡Qué importante es esta misión! Y el diaconado es la base de todo el sacerdocio. Y es una característica que debe permanecer siempre en todas las manifestaciones de vuestra vida.

Los santos comprenden esto maravillosamente. Pensad que san Agustín, en el libro VI de sus confesiones llegó a escribir que experimentaba dificultad para encontrar a Jesús porque no lo buscaba de humilde a humilde. Y Agustín dijo también que los demonios nacieron a causa del orgullo. Dios creó buenos a todos, también los demonios fueron creados como seres buenos, eran ángeles. El orgullo los ha transformado en demonios.

Pensad en san Francisco que dijo, en su elogio de las virtudes, que en toda la tierra no se podría encontrar a una persona que tuviera una sola virtud si no tiene primero la humildad. Y mientras rezaba en silencio llegó a hacer esta exclamación, se dirigió a Dios y le dijo: «Tu eres humildad».

Queridos futuros diáconos, vosotros tenéis una gran tarea en la Iglesia. Una tarea que debéis desempeñar siempre de manera viva y fuerte: recordarnos esta característica de Dios para que también nosotros podamos seguir siempre este camino, porque es el camino en el cual podemos encontrar a Dios y manifestar a Dios con nuestra vida.

LOS NUEVOS DIÁCONOS LEGIONARIOS

P. Michael Baggot, L.C. Es originario de Houston, Texas, Estados Unidos, y nació el 18 de mayo de 1985. Ingresó al noviciado en Cheshire, Estados Unidos, el 20 de septiembre de 2008 y en diciembre de ese mismo año se trasladó al noviciado de Bad Münstereifel, Alemania. Un año después se trasladó al noviciado de Dublín, Irlanda, donde emitió la primera profesión religiosa el 12 de septiembre de 2010. Realizó las prácticas apostólicas en Estados Unidos como auxiliar de la gira de recaudación de fondos y como profesor en el colegio Pinecrest de Atlanta. En 2014 obtuvo la licencia en filosofía por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum y ese mismo año inició el bachillerato en teología.

P. José Rigoberto Cano, L.C. Nació el 21 de noviembre de 1978 en Irapuato, Guanajuato, México. Ingresó al noviciado de Monterrey el 15 de septiembre de 2009, después de haber cursado la carrera de medicina. Emitió la primera profesión religiosa el 14 de agosto de 2011. En octubre de 2013 obtuvo el bachillerato en filosofía por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum y en 2014 inició el bachillerato en teología en el mismo Ateneo Pontificio. Durante sus prácticas apostólicas, de 2013 a 2014, fue miembro del equipo auxiliar de la sección de jóvenes de Hermosillo e instructor de formación del Instituto Irlandés de Hermosillo. Actualmente cursa el tercer año de bachillerato en teología.

P. Luis Gustavo D’Suze, L.C. Nació en Caracas, Venezuela, el 19 de septiembre de 1986. Fue miembro del ECYD y del Regnum Christi en Barquismeto. Ingresó a la Legión de Cristo en 2003 e hizo su noviciado en Monterrey. Estudió dos años de humanidades clásicas en Salamanca, España, y el bachillerato en filosofía en Thornwood, Estados Unidos. Sus prácticas apostólicas las realizó, desde 2009 hasta 2012, en la Ciudad de México y luego en Chihuahua, donde colaboró como auxiliar de gira de recaudación, auxiliar de la secretaría territorial, y luego como instructor de formación del Colegio Everest, apoyando también en las secciones del ECYD y del Regnum Christi. Emitió la profesión perpetua el 15 de Agosto del 2011 en la Ciudad de México. En 2012 se trasladó a Roma para continuar sus estudios de filosofía obteniendo la licencia en filosofía en 2014 por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Ese mismo año inició el bachillerato en teología y actualmente cursa el tercer año.

P. Sadrac Hernández Ramírez, L.C. Nació el 16 de abril de 1987 en México. Hizo su noviciado en Gozzano de 2004 a 2006. Cursó el bienio de humanidades en Salamanca y en 2008 fue destinado a Thornwood para estudiar la filosofía. Salió a prácticas apostólicas en 2010 y fue prefecto de disciplina del Centro vocacional de La Joya durante tres años. En 2013 recibió la misión de ser instructor de formación de la secundaria del Instituto Cumbres de México y miembro del equipo auxiliar del ECYD en el poniente de la Ciudad de México. En 2014 volvió a Roma y actualmente cursa el tercer año de teología en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.

P. Rodrigo Martínez Murillo, L.C. Nació el 5 de septiembre de 1984 en México. Estudió en el Centro vocacional de León de 1997 a 2001. Ingresó al noviciado de Monterrey el 15 de septiembre de 2001. Hizo su primera profesión el 24 de agosto de 2003. Cursó un bienio de estudios humanísticos en Salamanca y, posteriormente, estudió el bachillerato en filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma. En 2007 inicia sus prácticas apostólicas como instructor de formación del Instituto Cumbres de León y miembro del equipo auxiliar del ECYD, además de colaborar un año en la promoción vocacional en la zona del Bajío. Emitió su profesión perpetua el 26 de agosto de 2012. En 2014 obtuvo la licencia en filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum donde ahora está cursando el tercer año de bachillerato en teología.

P. Marcos Salazar Márquez, L.C. Nació el 4 de abril de 1983 en Aguascalientes, México. Es exalumno del Cumbres de Aguascalientes. Ingresó al noviciado en Cheshire el 15 de septiembre de 2006 y un mes después se trasladó al noviciado de Cornwall donde emitió la primera profesión religiosa el 6 de septiembre de 2008. De 2008 a 2009 cursó las humanidades en Cheshire y en 2009 inició el bachillerato en filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. En 2011 inició sus prácticas apostólicas como miembro del equipo auxiliar de la sección de jóvenes de Monterrey e instructor de formación de preparatoria del Instituto Irlandés de Monterrey. En 2014 regresó a Roma para iniciar el bachillerato en teología.

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