Pedro fue parte del grupo del RC que participó en la JMJ que se realizó en Lisboa, en agosto de este año. “Me parecía como un mundial de futbol, organizado por el Papa”, destaca. Quedó sorprendido por la energía que había: “en cada metro cuadrado veía a alguien de distinto país y todos celebrando con una sonrisa en la cara”.
Pedro, 20 años, es estudiante de ingeniería en diseño en la Universidad Adolfo Ibáñez. A mediados de año partió rumbo a Portugal para vivir una experiencia que lo marcaría para siempre. “Fue algo que pienso que nunca más voy a vivir”, reflexiona.
¿Hay alguna frase o mensaje del Papa que te haya quedado?
Me quedo con Jesús que parte del camino por mí y por ti. “Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos”. Esta frase ya la había escuchado mucho en el colegio, pero nunca me la había tomado tan en serio. Es potente que el Papa lo haya dicho y creer que es así: que un amigo de la vida por sus amigos.
¿Qué te pareció la experiencia de Iglesia con jóvenes de otros países?
Me pareció increíble. Yo llegué un poco desvinculado con la Iglesia. El viaje resultó por un amigo que me invitó a la JMJ y que está muy metido en la pastoral de la U. Católica. Yo sinceramente, sin ir a misa y sin estar conectado con Dios ni con la Iglesia, acepté ir, estando abierto a todo y mis papás querían que yo fuera y eso me impulsó a ir.
Al principio estaba medio cerrado todavía, me faltaba algo para abrirme completamente a Dios y a la Iglesia. Las misas las encontré espectaculares, el sentido que tenía, las canciones, la prédica de la cual siempre podía sacar algo. La verdad terminaba feliz después de cada misa. Además, compartir con más gente de otros países, fue asimilar que todo era por la Iglesia y por Dios que estábamos unidos. Fue súper fuerte.
¿Qué dirías a los jóvenes que quieren ir a Corea 2027?
¡Les diría que vayan! Que si tienen los medios para hacerlo que lo aprovechen. Que no se cierren. Es una experiencia que nunca vas a olvidar. Además, en esta edad, al ser jóvenes se siente mucho más la energía y se puede compartir con el resto de mundo. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Es algo que no se espera, sin tener expectativas de nada y te vas lleno. Me pasó con mucha gente, que nadie tenía expectativas y a todos nos llenó. Estuvo espectacular.