Trinidad Barros visitó lugares como Jerusalén, Belén y el Centro Magdala junto a otras 20 personas, entre ellas el sacerdote Gastón Vicuña LC, el hermano Mariano Elton y Sofía Lobeira CRC. “Vivir el Evangelio en carne y hueso, al presenciar lugares que tanto escuchamos en él, ayuda a entender el significado de cada acto y situación de por qué Dios actuó como lo hizo y en ese lugar”, reflexiona.
Hace 10 años que el Padre Pablo de Juan LC viajó junto a un grupo de chilenos a Tierra Santa, con el fin de realizar un voluntariado en el Centro Magdala, lugar arqueológico donde están los restos de una sinagoga del siglo I, y que en ese entonces se necesitaban manos para desenterrarla. Con el tiempo se convirtió en una tradición emprender vuelo hacia ese destino junto a un grupo de universitarios, en el mes de febrero. “Se decidió mantener este viaje con un voluntariado humanitario en Belén, Palestina, donde se trabaja con niños huérfanos, refugiados de guerra y adultos mayores”, explica el P. Gastón Vicuña LC. Así el programa hoy incluye una semana de voluntariado y luego otras dos de peregrinación por lugares santos.
Versión 2022
Este año estuvo marcada la peregrinación por el COVID, por lo que no pudieron tener mucha experiencia de voluntariado. Trinidad Barros, exalumna del Colegio Cumbres fue parte del grupo que peregrinó a Tierra Santa. Desde chica sabía de un viaje de jóvenes que iban a excavar ruinas en Magdala. “Había escuchado testimonios e incluso me había cuestionado la opción de ir, pero por alguna razón, nunca avance con esa inquietud”, comenta. En 2019 participó en un retiro Search, que “renovó y reactivó” su Fe. Después de esa experiencia se mantuvo cercana a Cristo, participó de las actividades del Regnum Christi y ayudó a organizar el siguiente retiro Search, que la impulsó finalmente a realizar este viaje.
¿Qué fue lo que más te impactó?
Lo más impactante es el testimonio del prójimo. Es el peregrino y el voluntario el ejemplo de Fe, fervor y amor que se transmite en ese lugar. Vivir el Evangelio en carne y hueso, al presenciar lugares que tanto escuchamos en él, ayuda a entender el significado de cada acto y situación de por qué Dios actuó como lo hizo y en ese lugar.
¿Cómo iban trabajando su experiencia de fe durante la peregrinación?
Leer el evangelio, informarse de los hechos de cada lugar y reflexionar sobre su importancia fue nuestra forma como grupo de vivir cada día. No puedo dejar de destacar, que siempre había uno (o varios) que al final del día te invitaban a rezar el Rosario, lo que hacía que el rezo fuera con más fuerza, energía y fervor.
¿Se renueva la fe después de pisar o estar en los mismos lugares que estuvo Jesús?
Es una oportunidad para profundizar en cada misterio y en la palabra de Dios misma. Estar parada donde Jesús nació, caminó, sufrió, lloró y murió nos recuerda que fue humano y que sintió cosas como uno las siente. Ver el huerto de los olivos y leer el Evangelio en el mismo lugar donde Jesús pidió a Dios que le quitara esta agonía, si es que esa era su voluntad, no puede dejar de impactar. Uno no es el mismo luego de haber vivido una experiencia tan profunda.
