Mario Espinoza y María Javiera Cervantes, casados hace 13 años y padres de cuatro hijos, han hecho de Cristo el protagonista de su matrimonio. Desde hace un año son miembros plenos del Regnum Christi, un camino que iniciaron en el seminario Sponsus en Barcelona en 2022. A través de la oración, la música y la confianza en Dios, han transformado su relación, enfrentando desafíos y viviendo su fe como pilar fundamental de su vida familiar. ¡Conoce su inspiradora historia y cómo Cristo guía su matrimonio!
¿Cómo describirías la presencia de Cristo en tu matrimonio?
Hoy Cristo es el capitán de nuestro barco. Hemos aprendido que nuestro matrimonio es “de a tres” con Cristo no como un invitado, sino como el protagonista y quien toma las decisiones junto a nosotros.
¿De qué manera Jesús ha influido en la forma en que te comunicas con tu esposo/esposa?
Nuestras capacidades son tan limitadas, que el tener a Jesús presente en nuestro matrimonio, nos permite pedirle su ayuda y su consejo en cada instancia, en cada conversación que tenemos como matrimonio. Nos da la capacidad de tener un diálogo sincero, respetuoso y nos ayuda cuando la comunicación se complica.
¿Cómo ha transformado su relación con Cristo la forma en que resuelven juntos los desafíos y conflictos?
Aprendimos a rezar las decisiones que tomamos como matrimonio. Confiamos en que lo único que Él quiere, va a ser siempre lo mejor para nosotros. Eso nos ha permitido encontrar sabiduría y paz en decisiones o desafíos que hemos tenido que tomar o afrontar juntos.
¿Tienen algún hábito o tradición juntos que les ayude a fortalecer su fe en pareja?
Un hábito que hemos adquirido y que nos ayuda a fortalecer nuestra fe, es la oración en pareja… pero a nuestra manera; a través de la música. Llevamos años cantando en coros de matrimonios y en Misa, pero descubrimos que a través de ella y buscando o descubriendo nuevas canciones, hemos encontrado respuestas y sentido a distintos momentos de nuestro matrimonio.
¿Cómo encuentran a Dios en las actividades cotidianas de su vida en matrimonio?
Partiendo por hacerlo parte de nuestro día: es al primero que saludamos y todas las noches nos despedimos de Él. Encontramos la mano de Dios en las cosas más sencillas y lo tenemos muy presente, en lo bueno y en lo malo del día, sabemos que no es solo suerte o coincidencia, sino que Dios nos habla mucho más seguido de lo que creemos.
¿De qué manera Cristo les ayuda a crecer en el amor y la paciencia dentro del matrimonio?
Cuando la energía humana se nos acaba, cuando estamos agotados y no nos queda paciencia, es Cristo el que nos ayuda y nos sostiene porque su amor es infinito. Muchas veces no nos damos cuenta, pero Él, mediante el Espíritu Santo, nos acompaña siempre. La clave es dejarlo actuar.
¿Cómo influye la fe en su visión de futuro como pareja y familia?
En estos tiempos en que la Iglesia como institución está tan cuestionada, nuestra fe nos mueve a vivir la familia como Iglesia doméstica, donde intentamos que nuestro matrimonio sea reflejo del amor que nos tiene Cristo a todos nosotros.
¿Han experimentado algún momento en el que sintieron especialmente la ayuda de Dios en su relación?
Tuvimos unos mellizos que nacieron muy prematuros (26 semanas) y que nos enseñaron que Dios se hace presente cuando uno menos lo espera. A la Javierita, la melliza más chica, la tuvimos que operar muchas veces y estuvo 4 años con traqueostomía. En su última gran hospitalización, sentimos la presencia del Espíritu Santo entre nosotros y a pesar de todas las dificultades y complicaciones, supimos que todo iba a estar bien. Dios nunca nos soltó la mano.
¿Qué consejo les darían a otras parejas para dejar que Cristo guíe su matrimonio?
“Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31) Esta cita bíblica resume nuestro consejo. Si a Cristo lo hacemos parte fundamental de nuestro matrimonio, si dejamos actuar al Espíritu Santo, que recibimos el día de nuestro matrimonio, todo se puede hacer más fácil cuando todo parece imposible.
¿Qué es el Regnum Christi para ustedes?
Para nosotros, el Regnum Christi es nuestro “domicilio espiritual”, donde hemos aprendido a vivir nuestra fe, nuestra vida y nuestro matrimonio junto a Cristo. Hace algunos años, era algo que sentíamos muy lejano o poco concreto. Participábamos de sus actividades y teníamos a nuestros hijos en el Cumbres, pero hoy el Regnum Christi es parte de nuestra identidad y nuestro día a día.