Fue un encuentro de una gran transcendencia para la vida del Regnum Christi. Se sintió la mano de Dios y la inspiración del Espíritu Santo en varios momentos de oración, escucha, diálogo, trabajo, y confraternidad entre las ramas del movimiento. El P. Alberto Puértolas, LC, P. Rafael Ducci, LC, Cristian Nazer (LCRC), África Pemán (CRC), y los seglares Andrés Amenábar y Francisco Boccardo, seis de nuestros ocho delegados territoriales, compartieron sus testimonios de la experiencia de la Asamblea en Roma en un encuentro con las ramas consagradas de nuestro territorio.
Fueron días llenos de diálogo, trabajo, escucha, oración y confraternidad guiados por Dios e inspirados por el Espíritu Santo. Desde el 9 al 18 de abril se realizó la primera sesión de la Asamblea General Extraordinaria que convocó a un total de 91 delegados de las distintas ramas del Regnum Christi. En el mensaje de la Asamblea General a los miembros del Regnum Christi, los delegados afirman, entre otras cosas, la existencia de un carisma rico y variado, una misión común y un fuerte sentido de comunión. En las reuniones se llegó a los primeros consensos sobre algunos temas nuevos que necesitarán de una mayor profundización y comprensión y otros en que aún no hay acuerdo y que precisan un mayor estudio en los próximos meses.
Además, se publicó un documento inicial donde se comparten reflexiones para avanzar en un camino de reconciliación institucional y con las personas que han sido dañadas o heridas por el Regnum Christi y sus miembros a lo largo de su historia. En noviembre se realizará una segunda parte donde el Comité General elaborará una nueva redacción del Borrador del Estatuto General conforme a las consideraciones y discernimientos que se han logrado durante estos días. De esta manera se cumplió una nueva etapa en el proceso de renovación del movimiento y cinco de nuestros ocho representantes territoriales quisieron compartir sus ideas, experiencias y sentimientos sobre este encuentro tan relevante y emocionante en sus vidas.
P. Alberto Puértolas, LC: “He percibido, durante el Capítulo de la Legión y la Asamblea General del RC, una realidad no visible que fundamenta lo que hemos vivido externamente. Dios sueña con su Regnum Christi. Sueña con cada una de sus ramas y con cada uno de sus integrantes como un todo. Nos ha pensado con nuestros dones y nuestros límites, con lo que unos aportamos a los otros y unos necesitamos de los otros. Los momentos de mayor presencia del Espíritu fueron cuando cada quien habló desde el tesoro del Movimiento que Dios ha sembrado en nuestros corazones. Y he percibido una fuerte acción del demonio tentándonos, individualmente y como rama, en el corazón del don que Dios nos ha regalado. El demonio no quiere que el plan de Dios se realice. Y ha estado muy activo. Me gustaría que cada quien se preguntara si no lo sigue estando en su propio corazón. Yo me lo pregunto en el mío. ¿No estamos muchos legionarios, y la Legión como cuerpo, tentados de cansancio con los otros, de no aportar lo que sentimos como un don y una responsabilidad de dar la vida por amor, como pastores, como sacerdotes, de ser ofrenda con nuestras vidas para llevar adelante el Regnum Christi? ¿Cuánto pesa en nosotros el cansancio, por lo que vivimos a diario? ¿Cuánto hay de falta de humildad para ser en verdad ofrenda en el salir al paso de los límites de los otros, legionarios, y de las otras ramas? Transmito sólo una experiencia espiritual personal. Como Legión, yo como legionario, creo que estamos llamados a crecer en purificación, desprendimiento, humildad. He sido 18 años laico consagrado. Como laico consagrado tenía muy viva la conciencia de la promesa privada de unión y caridad que emitíamos todos al consagrarnos. También las consagradas. Esta promesa no la tenía la Legión. Como laico consagrado me sentía de forma especial en el corazón del Regnum Christi en su cohesión en la caridad, el amor de Dios. He visto que las consagradas sienten también como parte del don que Dios les hace para todo el Movimiento el velar de forma especial por la vivencia de la comunión. Es un tesoro para todo el cuerpo. Y he visto a consagrados y consagradas tentados en la desconfianza hacia la Legión. Confundidos. Con desconfianza en que la Legión quisiera la comunión en el Movimiento. Dudando de la Legión. Combate espiritual. Tentación en el don de Dios para las ramas consagradas, para muchas de sus personas. Los laicos son fuente viva de agua, de paz. Para ellos somos en la misión. El enemigo quiere que nos acusemos unos a los otros. El otro culpable de mi herida, de estar perdiendo mi identidad. El enemigo común nos hace confundir el enemigo. Pero el Reino de Dios ha triunfado. El demonio hace ruido porque está derrotado. Nuestra misión es hacer presente el Reino. En los corazones es donde Cristo quiere y va a reinar. La lucha está en los corazones, no en los modelos y propuestas, en los que sin duda hay que alcanzar acuerdos. Hemos alcanzado ya los fundamentales. De aquí a noviembre, y en la segunda parte de las reuniones a final de año, alcanzaremos el resto. Me invade la esperanza. San José intercede por nosotros”.
P. Rafael Ducci, LC: \”Los días del Capítulo General y de la Asamblea General fueron una experiencia nueva para mí: el poder discutir en profundidad distintas visiones y perspectivas sobre la vida y el futuro del Movimiento implicaba mucha oración, escucha, silencio interior para que fuera el Espíritu Santo que hablara. De entre los muchos temas tratados, salgo especialmente enriquecido por el testimonio de los laicos que asistieron. En cada una de sus intervenciones manifestaban su ilusión y esfuerzo por vivir con más profundidad e intensidad su condición de apóstoles al servicio de la Iglesia\”.
África Pemán (Consagrada): “Para mí la experiencia de la asamblea se resume en la palabra escucha. Ha sido un ejercicio muy activo de escucha en muchos sentidos. Escucha al Espíritu Santo sobre el querer de Dios para el Regnum Christi con un gran ejercicio de discernimiento personal y comunitario. Escucha de los demás porque Dios habla a través de cada uno y no nos revela la verdad completa a ninguno en particular, ni siquiera a un grupo, sino que a través de todos. Escucha para comprender no solo el punto de vista de cada persona y de cada rama sino también para comprender los motivos que llevan a cada postura y visualizar las consecuencias de cada propuesta. Y realmente a través de la escucha he podido comprender mejor a cada persona, a cada rama e ir visualizando lo que Dios puede querer del Regnum Christi en su esencia y también en este momento, en el tema concreto, de nuestra configuración canónica como federación. Ha sido una experiencia de muchos encuentros personales profundos y enriquecedores. No han sido días ligeros ni siempre fáciles, pero si fecundos. Y salgo de la asamblea con mucha esperanza y habiendo crecido en el amor al Regnum Christi”.
Cristian Nazer (Consagrado): “Han sido días de mucho trabajo, diálogo y oración en que hemos palpado una vez más la acción del Espíritu Santo. ¡Dios quiere mucho al Regnum Christi! Lo más difícil es tratar de entender al otro en sus puntos de vista cuando no son coincidentes con los de uno. Ese es el esfuerzo. Difícil no en el que uno no lo pueda hacer, difícil en que uno tiene que hacer un esfuerzo grande por tratar de ponerse en el lugar del otro, por sentarse en la silla del otro y decir por qué está diciendo eso tomando en cuenta que ama tanto como yo al Regnum Christi, que tiene una vida incluso de muchos más años que yo en el Regnum Christi, por qué llega a una conclusión distinta a la que yo puedo llegar. Entonces hay que tratar de entenderlo porque es la única forma de establecer un diálogo y de llegar a una conclusión. E implica un esfuerzo mental y de corazón, pero eso es lo bonito de esto”.
Francisco Boccardo (Seglar): “Todo fue muy significativo. Tuvimos muchos momentos que fueron muy emotivos y un gran ejemplo de caridad de todas las ramas. Fueron experiencias maravillosas que serán imborrables para el resto de nuestras vidas. Grandes testimonios de hombres y mujeres santos, que nos llenan de alegría y nos motivan a ser mejores y a agradecer a Dios de tenerlos entre nosotros. Dios se manifestó en varios momentos y estoy seguro que quiere mucho al Regnum Christi”.
Andrés Amenábar (Seglar): “La vivimos una experiencia única de mucha confraternidad y unión entre las ramas. El Espíritu Santo se sintió muy fuerte y deambuló en la asamblea acariciando los corazones e impregnándolos de serenidad y paz. Fue reconfortante ver que las exposiciones de cada rama estuvieron decididamente manifestando buscar y colaborar en una sincera unión fraternal en el carisma común del Regnum Christi, ¡que es lo que todos esperamos! Nunca había visto una asamblea completa con todos los miembros con sus ojos brillosos en lágrimas de emoción y agradecimiento. Han sido muchos momentos, muy fuertes, de mucha emoción y que cuesta mucho describir. Por mi parte siento que vamos bien encaminados, con un apoyo generoso y diligente del asistente pontificio Padre Gianfranco Ghiralda SJ. Sus oraciones nos iluminaron y reconfortaron profundamente, lo cual se los agradezco muy sinceramente”.