Manuela Freire tiene 25 años. Es licenciada y estudiante de maestría en Economía y Política Internacional en la Universidad de San Andrés en Recoleta, Buenos Aires. Dios llegó a su vida a los 18 años cuando estudiaba medicina en la Universidad Austral. Es ella quien cuenta sobre el retiro de profesionales y el aporte que tiene en los jóvenes.
Manuela conoció el Regnum Christi gracias a una compañera que la invitó a misiones y desde entonces ha participado y coordinado varias actividades.
¿Cuál es el objetivo principal del retiro para jóvenes?
El retiro se llama “Retiro de Profesionales”, si bien el objetivo de todo retiro es encontrarse con Dios, este tenía como foco poder comprender cual es la propia misión en este momento de la vida y cuál es la dirección de la vida cristiana hoy, para redireccionar lo que te está frenando.
¿Qué temas se abordaron durante el retiro?
Tuvimos formaciones que abarcaron todo tipo de temas. Son 3 bloques de formación durante el fin de semana donde vimos la misión del laico, la vocación, la importancia del discernimiento, el trabajo y el descanso, las preguntas existenciales surgidas en la vida, la doctrina social de la Iglesia y la oración como base.
¿Qué expectativas tenías de este retiro y por qué decidiste ir?
La invitación me llegó por dos amigos de la comunidad en momentos diferentes por lo que sentí que tenía que abrirme a escuchar qué quería Dios de mí. A la vez me encontraba en una situación profesional y personal de muchas preguntas, lo sentí como un signo de confiar en que había algo que no escuchaba y que era momento de hacerme el lugar para eso, ya que en la diaria es difícil escuchar lo que necesitamos o estamos llamados a hacer.
¿Cómo afecta el retiro a la vida espiritual de los jóvenes una vez que regresan a sus rutinas diarias?
Es muy fuerte cuando se ven los frutos de un retiro los días posteriores al volver a la rutina, creo que es necesario tomarse tiempo de seguir leyendo las formaciones y las notas tomadas, para ver el reflejo de eso en las actividades semanales ya que en el retiro uno está sumergido en otras dinámicas. Siempre creo que es positivo hacer cambios después de un retiro para ajustarse y estar más cerca de Dios en la diaria.
¿Cuántos jóvenes fueron, se conocían de antes, dónde era?
En total 24 personas, considerando a los consagrados, varios de la comunidad RC y muchos invitados por los que participamos de las actividades durante el año, todos teníamos en promedio la misma edad (24/28). Lo hicimos en una casa de retiros alejada de la ciudad y le dio toda la mística necesaria.
¿Qué cambios o impactos positivos han observado en los jóvenes que han asistido a retiros anteriores?
Como miembro de la comunidad RC creo firmemente que es muy importante que nos formemos para poder seguir sumando a los apostolados y al crecimiento mutuo. Eso se ve y da mucho fruto, el reflejo de Jesús en los otros y en la paz dentro de uno mismo. Siempre es positivo acercarse a Dios y retirarse con Él, hasta cuando quiere llevarnos a los lugares que más nos cuestan.
¿Eres miembro del Regnum Christi? ¿Hace cuánto y por qué?
Sí, soy miembro. Me incorporé en julio del año pasado, previo a irnos a la Jornada Mundial de la Juventud. Siento un fuerte llamado a vivir mi fe desde el carisma del Regnum Christi y no dudé un segundo cuando me sentí lista para formar parte de esta familia.
¿Por qué crees que los retiros son tan importantes para el RC?
No diría que solo para el RC, pero si en el camino personal de cada uno. En lo particular me llama mucho la atención la importancia de frenar y poder escuchar a Dios en lo profundo del corazón. Revestir de nuevo los cimientos y pilares de nuestra fe para poder volver y llevarlo al mundo con más fuerza.
¿Después del retiro tienen algún seguimiento o asisten a otras actividades?
Siempre tenemos las puertas abiertas para Dirección Espiritual y se invita a las actividades y apostolados semanales que tenemos, ya sea adoración, Misa, encuentros de universitarios y profesionales, y también se comparten fechas de misiones y otros retiros.