Este 28 de octubre, el Papa Francisco cerró el sínodo episcopal sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” con una celebración eucarística donde reflexionó sobre los tres ejes temáticos que guiaron el encuentro: escucha, acompañamiento y testimonio. El texto final del sínodo trabajado con todos los participantes abordó la centralidad de la liturgia, la pastoral juvenil, el papel de la mujer en la Iglesia, la sexualidad, el escándalo de los abusos, las persecuciones, la espiritualidad, la vocación, las relaciones entre generaciones, la colonización cultural, el mundo del trabajo y la importancia de la formación, en especial la formación de los seminaristas.
El sumo Pontífice abrió su homilía hablando sobre el apostolado del oído. En este sentido destacó la importancia de escuchar antes de hablar, de escuchar al hermano que sufre y de escuchar con amor y paciencia como hace Dios con nosotros. Después el Santo Padre abordó el tema del acompañamiento en el camino de la fe donde reflexionó sobre dos ejes relevantes: la proximidad como secreto para transmitir el corazón de nuestra fe y la tentación de lavarse las manos ante el sufrimiento del prójimo. Finalmente, el Papa Francisco habló sobre de qué manera podemos llamar a la puerta de nuestros hermanos para llevar a Jesús a sus corazones e hizo un llamado a los fieles a defender a la Iglesia con la oración y la penitencia.
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El Sumo Pontífice también se refirió al documento final del sínodo episcopal que contiene 167 puntos divididos en doce capítulos. “Lo he dicho al inicio, estamos llenos de documentos, no sé si este documento afuera hará algo, no lo sé, pero sí sé que debe hacer en nosotros, debe trabajar en nosotros. Nosotros hemos hecho el documento, lo hemos estudiado y lo hemos aprobado. Ahora el Espíritu nos da el documento para que trabaje en nuestro corazón. Somos nosotros los destinatarios del documento”, enfatizó el Santo Padre.
Entre los puntos más destacados que aborda el documento final de este XV Sínodo de los Obispos se encuentran: la centralidad de la liturgia, la pastoral juvenil, el papel de la mujer en la Iglesia, la sexualidad, el escándalo de los abusos, las persecuciones, la espiritualidad, la vocación, las relaciones entre generaciones, la colonización cultural, el mundo del trabajo y la importancia de la formación, en especial la formación de los seminaristas.
Los detalles del documento aquí o aquí.
Monseñor Cristian Roncagliolo, uno de los representantes de la CECH, fue uno de los invitados a dirigirse a la Asamblea del Sínodo de los Obispos. El Vicario de la Esperanza Joven habló sobre desafío de formar jóvenes que comprendan y vivan una auténtica libertad porque “sin ella la fe permanecerá superficial, el discernimiento quedará trunco y la capacidad para decidir quedará limitada”. Finalmente durante el desarrollo del sínodo episcopal el Papa Francisco también envió un mensaje especial a los más de 60 mil jóvenes chilenos que participaron en la Peregrinación al Santuario de Santa Teresa de los Andes donde los animó a hacer fructificar sus pensamientos y a estar en camino, con ilusiones y planes.
La intervención de Monseñor Roncagliolo aquí.
El mensaje del Papa a los jóvenes chilenos aquí.
Y el H. Alejandro de la Garza, LC, colaboró en la secretaria del sínodo episcopal junto a otros 36 jóvenes de todo el mundo. Al concluir su labor compartió sus reflexiones sobre su experiencia sinodal, los hitos principales y sobre los jóvenes y el carisma del Regnum Christi.
Experiencia sinodal aquí.
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Jóvenes y carisma RC aquí.