Con 23 años, este joven, ex alumno del Colegio Copan de la Ciudad de México y que estudió la carrera de Finanzas en la Universidad Anáhuac Mérida, llegó desde México a Chile en el mes de agosto de 2019 para colaborar en el ECyD del Colegio Everest.
¿Qué te motivó a dar parte de tu tiempo colaborando con el RC en otro país?
“Crecer en el amor con Cristo. Mi motivación principal para este año era un deseo de amar más y sabía que solo lo iba a lograr en donde Cristo me lo pidiera y así fue”.
¿Qué es lo que más te gustó de esta experiencia colaborando en Chile?
“El conocer a tantas personas tan increíbles con las cuales compartimos una misión en común y ver en primera persona todo el esfuerzo de tantos sacerdotes, consagrados y consagradas que se desviven por nosotros”.
¿Cómo creciste personal y espiritualmente con esta experiencia en nuestro país?
“Me ayudó mucho a conocerme más, a saber cuáles son mis virtudes y mis limitaciones. Y ver como Jesús siempre estaba listo para ayudarme a sobre pasar mis límites y crecer en la relación confiada de saberme un hijo amado”.
¿Cuál sería tu mensaje a otros jóvenes para que se sumaran a esta experiencia de colaboración?
“Dios no se deja ganar en generosidad, si Dios te lo pide, Él sabe porque, no tengan miedo de darlo todo por Él”.
¿Cuál sería tu mensaje para los jóvenes chilenos que están viviendo en estos momentos los efectos de la pandemia del COVID-19?
“Compartan la esperanza, que esto no es para siempre, no vino para quedarse eternamente y que es una gran oportunidad para empezar a procurar más las bases de nuestra vida, lo espiritual y la familia”.