Miembro del Regnum Christi hace más de 37 años, Pepe Carafí es un laico activo y comprometido con la Iglesia y el movimiento. Ingeniero comercial de profesión siempre ha participado en diferentes apostolados e iniciativas evangélicas. Casado con Cecilia Laso con quien tienen 7 hijos, en julio del 2019 recibirá el ministerio de diácono luego de formarse en la Escuela del Diaconado Permanente del Arzobispado de Santiago donde ingresó hace más de 4 años.
Ingeniero comercial de profesión, Pepe Carafí trabaja hace 12 años como agente colocador de Inversiones y APV para empresas del rubro financiero. Sin embargo, su trabajo permanente en el mundo de los negocios nunca le ha desviado el foco de su vida: entrega a Cristo y servir a los demás. Se incorporó al Regnum Christi hace 37 años donde conoció a su mujer María Cecilia Laso Rogers con quien está felizmente casado y tienen 7 hijos, todos ex alumnos del colegio Cumbres. Desde sus primeros pasos en el RC ha participado en forma activa en apostolados del movimiento y la Iglesia.
“Recién incorporado al movimiento me designaron responsable del equipo formado por los jóvenes del Tabancura. En 1985, egresado y preparando Tesis, dediqué unos meses al Movimiento y formamos un apostolado; la Academia Pontevedra, Preuniversitario y Centro de Estudios. En 1987 ya casado y con un hijo recién nacido, estuve de jefe de grupo de la Guardia Papal. Junto a María Cecilia hemos dirigido equipos del RC en Buin, Curicó y Concepción. El 2001 fui nombrado Director del Instituto Zambrano y el 2003 el mismo cargo en el Colegio San Juan Diego, de la red Mano Amiga, hasta el 2005”.
En tu diario vivir, como profesional, padre de familia cuéntanos un poco, ¿cómo vas haciendo Iglesia cada día con tu granito de mostaza?
“Me parece que es muy importante que seamos personas de oración y Eucaristía. El tiempo dedicado a Dios, no es perdido, sino ganado. Es poco lo que podemos edificar si estamos alejados de Jesucristo y María nuestra madre. Como esposo cristiano lo primero es vivir el amor a María Cecilia y a nuestros hijos. Y más allá procurar hacer la voluntad de Dios en el trabajo, con familiares, amigos y comunidad. Esto se dice fácil pero es difícil de cumplir, el Padre Hurtado nos recomienda pensar “que haría Cristo en mi lugar”. Busco aportar un granito de arena ante los grandes desafíos que tenemos en nuestra iglesia y nuestra patria y transmitir la Fe a través de las redes sociales“.
¿Por qué decidiste hacer el Diaconado Permanente?
“En mayo de 2011 el RC me pidió asistir a un encuentro de laicos en Punta de Tralca y me encontré con Javier González, otro jefe de grupo de la Guardia Papal que cursaba 3er año de la Escuela del Diaconado y conversando con él y su señora, Rosa María Rogers, me invitaron a ingresar al Diaconado y sentí nítidamente que Dios me lo estaba pidiendo como la continuidad lógica de todo lo vivido hasta ese momento. Hablé con mi párroco, el Padre Julio Dutilh y fui presentado por el Padre Xavier Castro, LC. La Vicaría Cordillera nos acompañó a María Cecilia y a mí, en el año obligatorio de discernimiento (2013) y me presentó a la Escuela del Diaconado Permanente del Arzobispado de Santiago, donde comencé mi formación a comienzos del 2014, en horario vespertino, junto a otros 20 estudiantes de todas las zonas de Santiago. Hoy estamos terminando el 5° año y estaría egresando, Dios mediante en julio próximo, ahí quedamos atentos a lo que resuelva el Consejo de órdenes“.
¿Cómo Crees que el Diaconado que estás realizando puede ayudar a la Iglesia?
“Diácono significa servidor, los primeros siete Diáconos fueron nombrados por los apóstoles (Hechos 6, 1-6). El servicio es el sello del Diácono, estar disponibles para ayudar, acompañar, consolar, celebrar bautizos, matrimonios, liturgias, responsos, acompañar al párroco y a la comunidad. Con la falta de sacerdotes el diácono tendrá cada día más trabajo“.
¿Cómo puedes vincular tu Diaconado al Regnum Christi?
“El Regnum Christi me enseñó a amar a la Iglesia, a vivir y crecer en la Fe en comunión con el Papa y con la Iglesia local. De ahí el Señor nos ha conducido a participar en distintas instancias eclesiales y así hemos llegado al Diaconado, que se vive principalmente ligado a la Parroquia y al servicio de la comunidad. En nuestra Parroquia San Alberto Hurtado hay una rica vivencia de carismas, muchos feligreses provienen de distintos movimientos, pero actúan unidos con gran alegría y caridad al servicio de la comunidad, bajo la guía del Padre Pedro Ríos“.