Salir al encuentro de los otros para anunciarles el Evangelio es el centro de este apostolado del Regnum Christi que se vive en varios países. En nuestro territorio se organiza a través de los apoderados de los colegios de nuestra Red, quienes este año retoman sus actividades post pandemia.
Familia Misionera del Colegio Everest realizará misiones en Melipilla desde el jueves al Sábado Santo, para lo cual se alojarán y usarán las instalaciones del Colegio Maitenes. El Colegio Cumbres ha decidido centrarse en la propia comunidad escolar apoyando actividades que ha organizado para Semana Santa y que también tendrán en el Colegio Mano Amiga San Juan Diego el viernes y Sábado Santo.
En el Highlands las familias realizarán misiones en Colina entre el jueves y Sábado Santo, por el día, y donde apoyarán la labor de una parroquia local. En el Colegio La Cruz se trasladarán cerca de 20 familias hasta las cercanías de San Vicente de Tagua Tagua desde el jueves al Domingo de Pascua. Familia Misionera del colegio San Isidro misionarán en Champa para acompañar a la comunidad local los Sábado Santo y Domingo de Pascua.
Los miembros del Regnum Christi de Viña del Mar se trasladará el Viernes Santo a Cabildo, para vivir juntos a los feligreses de la Capilla San Lorenzo el Vía Crucis y al mismo tiempo entregarles un copón, cáliz, manteles e imágenes con las etapas del Via Crucis, como aportes para levantar nuevamente este lugar que sufrió un incendio.
“Nos ha dado más oportunidades para conocernos como matrimonio”
José Concha e Isabel Rojas, apoderados del Colegio Everest
Ambos son exalumnos del Colegio Cumbres, están casados hace 15 años y participan en este apostolado hace años. “Enseñarles a misionar a los niños es uno de los más grandes regalos que uno puede hacerle. Es una gran experiencia formativa, pero además aprenden a trabajar en equipo, a ayudar a los demás y a descubrir que hay realidades diferentes a las que ellos viven en su día a día”, enfatiza Isabel.
En esta instancia están invitadas a participar todas las familias del colegio, incluso hay quienes se animan a ir con niños que aún no saben caminar, o incluyen a los abuelos a ser parte de esta experiencia. “Uno va conociendo talentos ocultos de cada uno de los niños. Mis 3 hijos están súper comprometidos en Familia Misionera y nos ayudan repartiendo flyers, en la organización de las misas y nos acompañan en las avanzadas. Como pareja, familia Misionera, nos ha dado más oportunidades para conocernos como matrimonio y enorgullecernos más por esa persona que tenemos al lado”, concluye Isabel.
“Es maravilloso sentirse instrumento y poder vivir esa fe en familia”
Guillermo Márquez y Betsy Saavedra, apoderados del Colegio Highlands.
Guillermo y Betsy tienen 23 años casados y 3 hijos, uno ya egresado del colegio. Participan en Familia Misionera desde hace unos 8 años y desde 2021 son los responsables de este apostolado. “La experiencia como familia y matrimonio es muy enriquecedora, llena el alma. Es muy lindo ver cómo podemos llegar a personas que muchas veces están solas y que sienten que Dios golpea su puerta. Es maravilloso sentirse instrumento y poder vivir esa fe en familia. Nuestros nos pedían ir a misiones, lo disfrutaban muchísimo y uno como padre ve como el Espíritu Santo habla a través de los niños”, explica Betsy. Para ella la experiencia de misionar es muy enriquecedora pues el testimonio de a quienes se visita conmueve el alma. “Muchas veces son nuestros misionados quienes nos muestran la cara de Cristo”, afirma.
Pese a que muchas veces misionar implica sacrificios como dormir en saco de dormir, o levantarse temprano para Betsy “es una manera de que los hijos vean a sus padres que vivir la fe implica sacrificios, caminar y salir al encuentro del prójimo”.