Desde hace poco más de un año comenzó su labor al interior del colegio San Juan Diego, de la Fundación Mano Amiga, ubicado en la comuna de Recoleta. Desde entonces ha levantado una verdadera red de apóstoles que han salido a servir a otros. “Quisiera ser un puente entre quienes quieren ayudar y los que tienen algún tipo de necesidad. Todos tenemos algo para dar y recibir de otros”, explica.
Elisa Prieto CRC es chilena, pero con ese acento neutro, que adquieren las personas que pasan un largo tiempo fuera, y en diferentes países. Algunos incluso bromean y hablan del “acento del Regnum Christi”. En su caso fueron 23 años en que vivió su vocación en España, México y El Salvador, lugares en que estuvo al servicio de los colegios de nuestra Red y de la formación de jóvenes y adultos. En el Regnum Christi descubrió una relación personal con Cristo: “Un amor vivido, experimentado, recibido y correspondido”. También el salir al encuentro de quienes nos rodean. “El dedicar la vida a que otros conozcan y quieran a Cristo es una misión maravillosa”, destaca.
Pese a que en un comienzo se resistió a asumir que estaba llamada a la vida consagrada, luego de cuatro años de discernimiento, finalmente tomó la decisión. “Me costó dejar Chile, y dejar atrás esa proyección de estar casada, formar una familia, desarrollar mi profesión y vivir cerca de los míos”, añade. Sin embargo, escuchó Su llamado: “Pude dar el paso pues sabía que Él se haría cargo, y me haría feliz. Así ha sido. Mucho más de lo que jamás soñé”.
Elisa solicitó volver a Chile para ayudar a cuidar a su madre enferma. “Tuve el privilegio de estar con ella sus últimos cuatro años, en que en medio de la vida comunitaria y de la misión, pude acompañarla, quererla, cuidarla”, comenta. Una vez que su madre partió a la casa del Señor, quiso aportar con su vocación y experiencia, en un colegio de la Fundación Mano Amiga donde pudiera dedicar todo su tiempo a “compartir la fe y la vida de las personas”. “Ha sido maravilloso. Aquí soy: la consagrada, ese es mi mayor aporte”, confiesa. Está a cargo de la pastoral de adultos: “Estoy por y para las familias y todo lo que ellas necesiten”, afirma con una sonrisa.
Alianza con el Colegio Cumbres
En Santiago, cada colegio particular de la red tiene una alianza con un colegio de la Fundación Mano Amiga. Lo primero que hizo fue renovar esta alianza y crear una relación estrecha con el Colegio Cumbres, para que se diera un trabajo enfocado a las necesidades del Colegio San Juan Diego. Su metodología ha sido pedir abiertamente ayuda sabiendo que los colegios de la red tienen una fuerte identidad de servicio y de donación al otro.
Desde que asumió, ha creado un plan de pastoral que busca cubrir las necesidades fundamentales: área de formación de pareja y escuela de padres para la consolidación de las familias; área de evangelización y acción social para hacer la experiencia de una fe viva; área recreativa para crear espacios de convivencia, descanso y formar redes de apoyo; área de capacitación para ayudar al desarrollo académico de los niños y al desarrollo profesional de los papás y área de la salud buscando crear una red médica de apoyo y atención de las familias. Para eso cuenta con un equipo de delegados por curso, en ambos colegios, que se encargan de transmitir sus diferentes campañas a través de los grupos que integran. Hoy cuenta con más de 100 apoderados de los colegios que están apoyando y aportando su tiempo y talentos en las diferentes áreas.
Replicar lo que ya existe: un Plan de Pastoral
Con este programa, Elisa ha querido establecer en el Colegio San Juan Diego, proyectos y apostolados que ya están insertos en muchos otros colegios de la Red.
En alianza con Familia Unida crearon una Escuela para Padres que dicta talleres a los apoderados de todos los niveles. En seis módulos se aborda la temática “Cómo hablar para que los hijos escuchen” para los padres de preescolar a sexto básico y de séptimo a cuarto medio dar herramientas sobre “Cómo escuchar para que los hijos hablen”.
También se ha implementado “Alpha matrimonios”, un taller para que puedan trabajar su relación de pareja. Familia Unida además entrega acompañamiento de matrimonios, el programa “Foccus” y “Crecer en pareja”. “Con todo esto, buscamos entregar herramientas para que, como pareja, puedan fortalecer su relación y con ello se ayuda a consolidar a las familias de nuestra comunidad”, afirma.
Otra línea de acción es evangelizar y potenciar la acción social. Para ello se ha organizado una catequesis para apoderados, con el fin de prepararlos para que reciban los diferentes sacramentos. Además de los sacramentos de Primera Comunión y Confirmación que ya realiza el colegio, este año se han celebrado 42 bautizos de alumnos y para el segundo semestre se tendrá otro grupo de bautizos y se celebrará los sacramentos de iniciación cristiana y Matrimonio para apoderados.
Además, por primera vez se hizo una actividad del apostolado “Familia Misionera”, en alianza con el Cumbres. Para Semana Santa realizaron unas misiones en Paine y para el segundo semestre están organizando una peregrinación anual junto con miembros de Familia Misionera de los otros colegios de la red.
En cuanto a acción social, se está organizando el proyecto “San Juan Diego vive”, que en este segundo semestre ayudarán como comunidad a un hogar de ancianos de la Fundación Las Rosas, ubicado en Lampa.
Elisa, desde la pastoral de adultos, también ha impulsado actividades de convivencia. Una de ellas fueron los talleres recreativos que se realizaron durante cuatro sábados seguidos, en que se dictaron clases de costura, primeros auxilios, tejido, computación, kinesiología, promoción de tu PYME y manualidades. “Queríamos que nuestros apoderados tuvieran un tiempo para ellos, para aprender cosas nuevas, para convivir y así crear lazos y red de apoyo”, comenta. Para eso, contaron incluso con voluntarios que se hicieron cargo de una guardería para que pudieran llevar a sus hijos. Dictaron los talleres apoderados del mismo colegio San Juan Diego, del Cumbres y de la Universidad Finis Terrae. En el segundo semestre se organizará un paseo familiar y un bingo para disfrutar en familia.
Otra área muy importante ha sido poder contar con tutores voluntarios que dan una clase particular semanal a alumnos de 1º a 6º básico de inglés, lenguaje o matemáticas. Para estos alumnos el poder contar con un refuerzo individual de acuerdo con sus necesidades supone una ayuda muy significativa en su desarrollo académico.
Para los apoderados del colegio se está ofreciendo asesoría legal y financiara impartida por otros apoderados de la red; y a través de la fundación “Emplea” se busca entregar oportunidades de desarrollo laboral.
Sin lugar a duda, una prioridad es la salud física y emocional de las familias. “La búsqueda de apoyo gratuito en la atención médica es muy importante, pues una atención pronta y de calidad no siempre está al alcance de todas las familias y puede hacer una diferencia en sus vidas”, explica Elisa. Para eso está formando una red de atención médica gratuita para los apoderados del San Juan Diego, donde apoderados de los colegios de la red, puedan realizar jornadas de atención en el colegio y donar horas en sus consultas
“Ha sido todo un mundo de proyectos por realizar. Es verdad que hay más felicidad en dar que en recibir y que nada queda sin recompensa”, concluye.