El Padre Juan Pablo Álamos LC, chileno y exalumno del Colegio Cumbres, asumió esta labor a comienzo de mes. “Los jóvenes son aventureros de la felicidad, la buscan por todas partes. En el fondo buscan a Dios. No todos van por caminos verdaderos, por lo que es preciso ayudarles a encontrar la ruta”.
El Padre Juan Pablo Álamos LC, conoció al Regnum Christi en su etapa escolar como alumno del Colegio Cumbres. “Del Regnum Christi me atrajo Jesús mismo”, confiesa.
En su proceso de formación sacerdotal vivió en Brasil, Estados Unidos, España e Italia. Hace tres años regresó a Chile, en lo que sería su primer destino como sacerdote.
¿Cómo ha sido vivir la vocación sacerdotal en tu propio país?
Maravilloso. Un regalo el Señor poder servir en mi propia patria. Amo profundamente a Chile.
¿Cómo fue tu proceso de discernimiento?
Fue muy difícil. Me daba miedo. Antes de la llamada, fue Cristo Eucaristía mi alimento permanente. Después de la llamada, donde el futuro era incierto y el miedo me invadía, me refugié completamente en María. Le debo mi sí.
Desde tu experiencia ¿Cuáles son las principales inquietudes de los jóvenes respecto a su vida espiritual?
Los jóvenes son aventureros de la felicidad, la buscan por todas partes. En el fondo buscan a Dios. No todos van por caminos verdaderos, por lo que es preciso ayudarles a encontrar la ruta.
¿Cómo se evangeliza a los jóvenes y adolescentes de hoy?
Concoherencia, es fundamental. Ellos la captan fácilmente. El testimonio es imprescindible. Y sólo se es testigo de Cristo si se está con Cristo. Sin contacto diario con Jesús, no se evangeliza.
¿Qué le dirías a un joven que está en proceso de discernimiento vocacional?
Que confíe en que Dios quiere lo mejor para Él. Y que con la ayuda de la Iglesia discierna su camino. Dios nos ama y no juega con ninguno de nosotros.
¿Cómo recibes tu nombramiento como director de la sección de jóvenes de La Dehesa?
Con obediencia confiada en el plan Dios para mí. Él es mi Padre.