El sábado previo a Pentecostés, se reunió un grupo grande universitarios, alumnos de último año de colegio e incluso algunas familias en la Parroquia Sagrada Familia, de las Pataguas. El motivo era preparar los corazones para recibir al Espíritu Santo a través de reflexiones y testimonios. Incluso se realizó la incorporación de siete personas al Regnum Christi.
Sergio Gazali (23), alumno de ingeniería civil de la PUC y quien participa en Reino de La Dehesa, compartió una reflexión en torno al libro “La libertad interior” de Jacques Philippe, que aborda las virtudes teologales y que las relacionó con los 7 dones del Espíritu Santo. Partió su intervención citando una frase de San Serafín de Savor: “El fin de la vida cristiana es la adquisición del espíritu santo”, a lo que podríamos añadir que el fin de la obra del Espíritu Santo en nuestra vida consiste en suscitar y hacer crecer las virtudes teologales de la fe, esperanza y caridad”.
Sergio explicó que las tres virtudes teologales son claves y están relacionadas entre ellas. “El fin último de la caridad es la capacidad de amar como católico, pero un corazón duro, frustrado y sin esperanza, difícilmente va a poder lograrlo, y de la misma manera, difícilmente podemos tener esperanza en algo, si es que no tenemos fe en Dios, que es nuestro Padre y puede satisfacer nuestras necesidades”, argumentó.
“La fe y la esperanza son pasajeras, y las necesitamos porque estamos acá en este mundo, pero en el cielo no tenemos ni fe ni esperanza: fe porque ya lo conocemos, ni esperanza porque ya es todo actualidad”, continuó. “La caridad la podemos vivir tanto en el cielo como en la tierra, lo que es una perspectiva muy bonita de hacer presente el reino de Cristo en los corazones de las personas y de la sociedad, realmente hay algo en nuestra espiritualidad que nos puede conectar con la experiencia del cielo y eso se lo podemos pedir al Espíritu Santo. Pero como les dije, todo parte de la Fe”.
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Sergio Gazali durante su reflexión.
