Viaja cada miércoles para celebrar una misa con los señores que participan en la sección y luego los acompaña en su Encuentro con Cristo. Los jueves por la mañana es el turno de las señoras con quienes repite la rutina. El Padre Alessandro está a cargo de las secciones de adultos de Viña del Mar, labor que combina con la de capellán del colegio Fernández León, que forma parte de la Red de Colegios, ubicado en San Antonio.
¿Cómo ha sido este año en la localidad de Viña del Mar?
Desde el inicio del año hemos querido viralizar en los miembros un espíritu de valentía y de ardor apostólico para romper con el miedo a los contagios y así retomar la vida de Reino en una manera presencial; de a poquito logramos convocar las personas y dar vida a los encuentros y actividades apostólicas que se quedaron medio adormiladas en estos últimos dos años de pandemia.
¿Cuál ha sido el énfasis que han tenido las secciones?
Evidentemente el énfasis se ha puesto en sacar brillo, profundizar y asimilar nuestra espiritualidad a través de la reflexión detenida de los ensayos publicados
¿Se ha impulsado algún nuevo apostolado o proyecto?
Este año se ha literalmente viralizado “Abrigar la esperanza”, con una alta convocatoria de señoras voluntarias, por una parte, y por otra se han sumado hogares de niños y adultos para ser atendidos por este apostolado.
¿Cuáles son los principales desafíos pastorales que tienen en Viña del Mar?
Un desafío “ad intra” es reencantar a los mismos miembros con la vivencia de nuestro carisma, y un desafío “ad extra” apuntando al crecimiento, apoyo a la parroquia y atención a las familias jóvenes.
Desde su experiencia, ¿Qué desafíos pastorales cree que tienen las familias actualmente en nuestro país?
Primariamente mantener firme el valor de la familia en cuanto tal como hogar de formación humana, social y espiritual; a la par del primero, un gran desafío es seguramente la formación de la juventud.
¿Qué le parece el proceso que ha iniciado, a nivel internacional, el Regnum Christi, de reflexionar cómo estamos respondiendo desde nuestro carisma a las necesidades del mundo y de la Iglesia?
Me parece un proceso necesario ya que el mundo ha cambiado y seguirá cambiando más rápidamente. Es importantísimo estar al tanto de las nuevas necesidades para ofrecer, a las nuevas generaciones, modelos novedosos y atrayentes para acercarse a Cristo y a la Iglesia.