Conoció el Regmun Christi como apoderado del colegio Cumbres, cuando su hija mayor ingresó como alumna, a comienzo de los 90. Su señora, María Inés Concha, comenzó a participar y lo impulsó a formar su propio equipo. Hoy comparten la alegría de tener a su hijo Daniel formándose en Roma, como seminarista de los legionarios de Cristo.
Ricardo de Tezanos Pinto está casado hace 38 años con María Inés Concha, con quien tiene seis hijos y 8 nietos. En 2016 su quinto hijo, Daniel, les contó que quería ser sacerdote de los legionarios de Cristo. Al poco tiempo viajó a Roma para comenzar su camino de formación.
¿Esperabas que tu hijo Daniel tuviese vocación sacerdotal?
No fue lo mismo intuirlo que saberlo. Es un proceso que toma su tiempo, pero hoy lo vivo con mucha alegría.
Su vocación se fue revelando de a poco. Sólo comencé a pensarlo como una alternativa cuando se fue, por un año, como colaborador a Barcelona, después de terminar el colegio. En una visita que hice por trabajo, lo vi muy feliz y pude ver también que los jóvenes que participaban en los distintos apostolados con él se sentían muy cercanos a Daniel.
¿Cómo viviste su proceso de discernimiento?
Veía que él tenía un proceso muy profundo para identificar la voluntad de Dios en su vida. Pienso que tuvo un proceso de discernimiento largo y a veces difícil. Tuvo una juventud muy normal, cercano a sus hermanos, con muchos amigos y amigas, con múltiples actividades.
En los dos últimos años de colegio participó en diversos apostolados, tuvo muy buenos formadores y un encuentro con el Papa, en Brasil, que lo marcaron mucho. Daniel desarrolló en ese período una relación de liderazgo muy positiva con muchos jóvenes, la que consolidó en Barcelona. Todo ese mundo, al que él pertenecía, era al que le costaba renunciar.
En estos años de preparación al sacerdocio ¿has podido acompañarlo a pesar de la distancia?
Hemos tenido una relación muy cercana y de mucha confianza, comunicándonos ya sea por mail, WhatsApp o conversando cuando nos hemos podido ver. También ha sido importante la relación que hemos desarrollado con sus formadores, quienes nos han abierto las puertas en todo momento para conversar sobre su proceso de formación.
¿Qué le dirías a otros papás que están pasando por un proceso de discernimiento de un hijo?
Como padres nuestro rol es facilitar el proceso vocacional de nuestros hijos, para que ellos tomen sus caminos de manera informada, con una conciencia recta y con libertad. Esto aplica para la vocación al sacerdocio, al matrimonio o para decidir una profesión. Mi consejo es siempre acompañar a los hijos, darles a conocer nuestros puntos de vista, rezar por ellos, pero evitar ser muy protagonista en la decisión que ellos tomen.
El carisma en el trabajo
Como miembro de varios directorios de empresas, e incluso en altos cargos públicos ¿Cómo se vive el carisma del Regnum Christi en el ámbito laboral?
El carisma se vive día a día reconociendo la dignidad de todos quienes se relacionan con la empresa y contribuyendo al bien común con buenos productos y servicios, con buenos empleos y con buena y justa riqueza. En esto está el llamado que el Papa Francisco nos hace, para que la vocación del empresario sea una “noble tarea\””.
A tu juicio, ¿Qué rol debemos tener los católicos en los desafíos que se nos presentan como sociedad?
Es un momento en el que los católicos tenemos una tremenda oportunidad de mostrar el Evangelio de Cristo. Enfrentamos tiempos particularmente desafiantes en que la sociedad nos pide un mejor trato, sin abusos, con igualdad de oportunidades para todos, con un desarrollo más humano. Es en el Evangelio donde encontramos respuestas a todas estas demandas, para contribuir a una mejor sociedad que permita el desarrollo integral del hombre.