Hace una década que comenzó este apostolado con el fin de apoyar a mujeres embarazadas en vulnerabilidad, que son atendidas por Fundación Chile Unido. “Año a año, veo la mano del Señor en cómo llama a los corazones para lograr un alto número de ajuares, e involucra silenciosamente a tantas personas”, afirma Cristina Delgadillo a cargo de esta iniciativa.
La entrega de esta donación se realizó a fines de octubre, en el Centro Misión de La Dehesa, oportunidad en que el párroco de María Madre de la Misericordia, Rodrigo Domínguez, bendijo los ajuares. Asistieron algunas mamás con sus recién nacidos, mujeres embarazadas y la directora ejecutiva de Fundación Chile Unido, Verónica Hoffman.
Si bien cada año se entrega un promedio de 200 ajuares, no hay metas, ya que “Él sabrá”, explica Cristina. “Al principio me preguntaba quién, cuándo, cuánto…ya no es tema. Sé que Él se encarga de todo, es el más interesado en darle dignidad a las personas. Cuando a lo largo del año me llegan más de 600 chalequitos tejidos, digo: Ay de mí si no lo hago”, destaca.
Detrás de este apostolado hay muchas voluntarias que apoyan en diferentes labores: aquellas que preparan las cunas, las que recogen la colecta en la Parroquia María Madre de la Misericordia, quienes compran los ajuares, hacen carteles de difusión o acompañan en la ceremonia de entrega. También están quienes tejen parte de lo que se entrega en los ajuares, ya sea a través de los talleres Intensidad, Arañitas, del apostolado Abrigar la Esperanza o donan directamente a Cristina.
“La ceremonia de entrega de los ajuares a las futuras mamás fue muy acogedora y emotiva. ¡Que lindo! ver a tantas señoras preocupadas y felices aportando cada una su tiempo y cariño. Agradecidas de poder cooperar con la hermosa tarea que desarrolla la Fundación Chile Unido. Para nosotras ha sido muy satisfactorio poder ayudar tejiendo parte de esos chalequitos”, señalan Carmen Gloria Infante y M. Isabel Contrucci.